La desescalada de la crisis del coronavirus va permitiendo, progresivamente, volver a tener cierta libertad de movimientos, manteniendo, al menos en la teoría, el distanciamiento social y las medidas de seguridad: mascarillas, lavado de manos, utilización de geles hidroalcohólicos...

En la práctica y, teniendo en cuanta que la mayor parte de la ciudadanía sigue siendo igual de responsable y consciente de la seriedad del asunto que en el punto más álgido de la pandemia, a nivel general, no está siendo tan evidente que ese tipo de medidas preventivas se estén llevando a cabo.

Un vídeo viral

Atendiendo a esa realidad donde la gente y, sobre todos los jóvenes, se están relajando y piensan que ya hemos superado la crisis sanitaria, se ha hecho viral un vídeo popularizado por Luciua Zaia quien -tras ejercer como ministro de Silvio Berlusconi entre 2008 y 2010-, desde hace una década es el presidente de la región italiana de Véneto, el segundo territorio más productivo del país y la primera región europea, junto con Lombardía, en ser infectada por COVID-19.

❌❌❌ HAPPY HOUR? ❌❌❌ pic.twitter.com/k4crAKc6s4

— Luca Zaia (@zaiapresidente) May 24, 2020

Zaia y su equipo están realizando una gestión de la crisis basada en test masivos y una fuerte política preventiva, donde se enmarca el mencionado vídeo. En él se ve personas socializando, riendo, besándose, acercándose unos a otros, bebiendo... En definitiva, todo lo que no se debe hacer todavía. Concluyendo con una pregunta retórica sobrescrita sobre la cama de un hospital: Happy Hour? (¿Hora feliz?), haciendo alusión a las franjas horarias donde las bebidas son más baratas.

Y es que, desde hace unos días, acaba de arrancar en Italia la última fase del desconfinamiento, pero la consiguiente convivencia con el coronavirus prosigue en la calle y en los espacios comunes. En palabras de Luca Zaia, tras el fin del confinamiento nacional, asegura: "Con las reaperturas, hemos trasladado la responsabilidad desde los hospitales a los individuos". Y advierte con sentido común: "Los ciudadanos somos la verdadera cura contra el coronavirus. Si los individuos actúan mal, la responsabilidad vuelve de nuevo al hospital. Invito a todos que usen las mascarillas y sean respetuosos. Desgraciadamente hay algunos que no lo son. Si los datos volvieran a empeorar, habría que apostar de nuevo por el cierre, pero sería una derrota. A pocos metros de la meta, como en el juego de la oca, tendríamos que volver de nuevo a la casilla de salida”.