El Rey abdica

Más aciertos que errores

LOS españoles hemos recibido en la mañana del día 2 de junio la inesperada noticia de la abdicación del rey Juan Carlos I. Sin embargo, parece que la decisión ha sido tomada hace algún tiempo, concretamente cuando el Rey cumplió los 76 años. Primero lo comentó con su hijo en el mes de enero y con el Jefe de la Casa Real, y ya en marzo con el presidente del Gobierno y con el jefe de la oposición.

Don Juan Carlos ha sido un Rey de larga duración que junto a la designación por Franco y la designación constitucional por las Cortes españoles, añadió la renuncia a su favor de su padre don Juan de Borbón. Estaba yo en el Gobierno cuando se produjo esta renuncia. El anterior rey Alfonso XIII no abdicó, sino que tuvo que marcharse de España por Cartagena al proclamarse la República.

La Constitución española no regula detenidamente la abdicación y es el artículo 57, apartado 5 de la misma, el que establece que las abdicaciones y renuncias del Rey se resolverán por una ley orgánica y el artículo 61 dice que el Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y las comunidades autónomas.

En un reinado tan largo es natural que el Rey tenga aciertos y errores, pero creo que en el caso de Juan Carlos los aciertos han sido más que los errores sobre todo en los momentos más decisivos e importantes. Muerto Franco, marcó el camino de la democracia y de la libertad como principios que regían la vida española, acierto trascendente e importante. Este acierto estuvo muy relacionado con el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno, decisión que muchos no comprendieron hasta el punto de publicarse un artículo titulado Qué error, qué inmenso error, sin embargo la figura del presidente Suárez, recientemente fallecido, pieza clave en la transición de la dictadura a la democracia y que en su mandato consiguió, por consenso, la aprobación de la Constitución que actualmente sigue rigiendo.

También cometió errores que el mismo Rey reconoció como el de la cacería de elefantes en Botsuana e incluso pidió perdón a los españoles.

Yo estaba en el Congreso de los Diputados el día en que Tejero inició el golpe de Estado y para los que allí estábamos y para todos los españoles fue decisivo el discurso del Rey condenando el golpe de Estado y manteniendo el valor de la Constitución. El Rey ha sido también el mejor embajador de España en las relaciones internacionales en las que consiguió un gran prestigio que utilizó a favor de España.

Quiero resaltar la gran labor de la reina Sofía que obtiene la mayor calificación en las encuestas sobre la Monarquía. Deseo que la futura Reina consorte, doña Letizia que genere en el futuro el acierto de la reina Sofía.

Estimo que Felipe, Príncipe de Asturias que reinará como Felipe VI, reúne las condiciones para ser Rey. Ha estudiado en universidades españolas y extranjeras, en academias militares, pero además tiene un saber estar que es fundamental y que lo ha demostrado sin descomponerse en momentos desagradables que ha vivido. Por otra parte, su edad es muy adecuada para empezar su reinado.

El Rey, en su comparecencia ante la Nación, ha hablado de una nueva generación a la que yo le deseo lo mejor para España.

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