El Rey abdica

La sucesión se consumará en apenas dos semanas

  • El Príncipe será proclamado como rey Felipe VI el 18 de junio. El Gobierno envía a las Cortes la ley orgánica que hará efectiva la sucesión y que respaldarán más de 300 de los 350 diputados.

Felipe VI será proclamado Rey de España el próximo 18 de junio ante las Cortes Generales reunidas en el Congreso de los Diputados, según han confirmado fuentes de la Mesa de la Cámara baja. Este órgano ha admitido a trámite el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación del Rey Juan Carlos y que será aprobado por el Congreso la semana que viene y posteriormente por el Senado, con toda probabilidad en la víspera de la proclamación. Con la calificación del proyecto de ley que regula la sucesión se inicia el trámite parlamentario que culminará con la proclamación de Felipe VI como nuevo Rey de España.

El proyecto de ley va a contar con más de 300 de los 350 votos de la Cámara baja y también tendrá, previsiblemente, el apoyo de la gran mayoría del Senado. Está confirmado el apoyo del PP, el PSOE, UPyD, Foro Asturias y UPN, frente al voto en contra, por el momento, de la Izquierda Plural, ERC, Nueva Canarias y el BNG. El PNV se abstendrá y CiU aún no ha decidido su posición.

El Gobierno envía la ley a las Cortes

El Gobierno ha enviado a las Cortes para su tramitación parlamentaria la ley orgánica que hará efectiva la abdicación del Rey, que consta de un artículo único con dos apartados. La norma aprobada por el Consejo de Ministros, reunido de forma extraordinaria, constata en su primer apartado que Juan Carlos I abdica la Corona de España y afirma que la abdicación será efectiva cuando sea publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Su entrada en vigor, afirma el texto, "determinará, en consecuencia, que la abdicación despliegue sus efectos y que se produzca la sucesión en la Corona de España de forma automática, siguiendo el orden previsto en la Constitución".

En la exposición de motivos, se recuerda que el Rey comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su "voluntad de abdicar mediante entrega de un escrito, firmado en su presencia, con el siguiente tenor literal" y, a continuación, se reproduce el mensaje que don Juan Carlos dirigió a la nación y que concluyó así: "Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón". "La entrada en vigor de la presente ley orgánica, determinará, en consecuencia, que la abdicación despliegue sus efectos y que se produzca la sucesión en la Corona de España de forma automática, siguiendo el orden previsto en la Constitución", reza la norma.

En el texto, se afirma que el Rey puso su decisión en conocimiento de los presidentes del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, y del Senado, Pío García-Escudero, así como del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio traslado del escrito al Consejo de Ministros. Recuerda la ley que el artículo 57.5 de la Constitución Española dispone que "las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica".

Destaca que este precepto "sigue los precedentes históricos del constitucionalismo español, que en los textos fundamentales de 1845, 1869 y 1876 y, con variaciones, en otros precedentes, ya reservaban al poder legislativo la solución de las cuestiones a que diera lugar la sucesión así como la autorización de la abdicación, incluso mediante una ley especial para cada caso". "Si bien la Constitución en vigor no utiliza este último término, los citados antecedentes y el mandato del artículo 57 de que el acto regio sea resuelto por una ley orgánica hacen que sea éste el instrumento legal idóneo para regular la efectividad de la decisión", argumenta la exposición de motivos.

El Gobierno reconoce la labor del Rey como líder de la Transición

El Gobierno ha aprobado una declaración institucional por la abdicación del Rey en la que dice que sin su "impulso y liderazgo" la Transición "no habría sido posible" y en la cual expresa su "seguridad" de que la vocación de servicio a España del futuro rey Felipe VI le permitirá fortalecer la Monarquía. "Desde su proclamación como Rey, Don Juan Carlos quiso serlo, y lo ha sido, de todos los españoles", reza la declaración del Ejecutivo, aprobada en el Consejo de Ministros.

El texto reconoce que la labor del Monarca "no ha sido siempre fácil", y recuerda que "en los momentos en que el nuevo marco de convivencia se vio en peligro", su intervención "al servicio de los españoles y de su democracia" fue "decisiva". Y ello, subraya, "asegurando los cimientos de libertad y concordia sobre los que se erigió el nuevo Estado social y democrático de Derecho". Porque su esfuerzo y "el de todos los que contribuyeron al advenimiento de la democracia", explica el Ejecutivo, había culminado en la Constitución aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978 y sancionada por el Rey y en las Cortes Generales. "Si España es hoy un Estado de Derecho, moderno y democrático, que ha logrado alcanzar altas cotas de bienestar social y protagonismo en Europa y en todo el escenario internacional, se debe, en gran medida, al reinado de Don Juan Carlos I", proclama el Ejecutivo.

También hace hincapié en que la Carta Magna designó al Monarca "como el símbolo de la unidad y permanencia de España, árbitro y moderador de los poderes del Estado y el máximo representante de la nación española", y que en sus 39 años de reinado ha desempeñado sus "altas funciones constitucionales" de manera "decidida y entregada". Y ello no sólo en España, sino también en el ámbito internacional, agrega, "contribuyendo de forma decisiva a que España sea un actor importante y respetado en el concierto de las naciones". En suma, el Gobierno expresa públicamente en esta declaración su "lealtad, afecto y gratitud" a los reyes Juan Carlos y Sofía "por su entrega y dedicación a España y a los españoles" durante los 39 años de reinado.

Tras remarcar que la Constitución "asegura la normalidad en la sucesión de la Jefatura del Estado", el Consejo de Ministros dedica los últimos párrafos de su escrito al Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia, que sucederá a su padre cuando se consume la abdicación. "El Gobierno quiere expresar su seguridad de que su formación, carácter, experiencia y vocación de servicio a España le permitirán desempeñar adecuadamente sus funciones al servicio de nuestra Patria -afirma- y fortalecer la Monarquía parlamentaria".

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