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Enfermería y Fisioterapia utiliza el ‘Escape Room’ como evaluación

  • Varias asignaturas ya han puesto en práctica esta metodología que alumnos y docentes califican como “muy positiva”

La Innovación Docente es una de las prioridades del equipo de gobierno de la Universidad de Almería y cuenta cada vez con mayor respaldo por parte del profesorado. Un buen ejemplo es el proyecto que desarrollan desde el curso 2018/2019 en diferentes asignaturas del Grado de Enfermería y del Grado de Fisioterapia, que consiste en evaluar a sus estudiantes con su participación en una ‘Escape Room’.

Un método complementario a la evaluación tradicional por el que ya han pasado 600 estudiantes desde que comenzara a aplicarse. “Es una metodología bastante divertida para los estudiantes y eficaz . En mi asignatura la utilizamos como una práctica más. Al alumnado le suele gustar. A través de ella descubre cómo utilizar esos conocimientos que han adquirido a lo largo del curso, por eso lo solemos hacer los últimos días de clase”, explica Diana Cardona, profesora de Estructura.

Los estudiantes tienen que ir resolviendo las pistas que les ayuden a salir de la habitación respondiendo a cuestiones relacionadas con la asignatura que se esté evaluando. “Montamos un escenario en el que tendrán que ir resolviendo casos clínicos que les irán dando pistas para localizar la llave que abrirá una caja que contiene la llave que les permitirá salir de la habitación”.

Se trata de una metodología que se adapta a cada asignatura. “Es muy adaptable, en Anatomía es más tipo gymkana, pero cuando queremos hacer una evaluación integral y holística de las prácticas de los alumnos que hacemos en el último curso del Grado de Enfermería es una sistema de evaluación muy precisa porque integra todos los contenidos en una habitación”, señala Pablo Román, vicedecano de Enfermería y coordinador del proyecto de innovación docente. Este método alternativo de evaluación “sirve para que el estudiante vea dónde falla, porque hasta que no resuelve sus errores no puede salir de la habitación. Es algo a lo que hacen referencia los estudiantes, que al terminar el examen saben el motivo de su nota porque tienen conocimiento de sus fallos”.

Esta metodología de evaluación permite “ver herramientas que un examen tradicional no permite ver, como la actitud o el trabajo de equipo-al margen de sus conocimientos-. Podemos ver ese tipo de sutilezas tan importantes para la práctica asistencial de un enfermero”, apunta la profesora. Lo mejor es la respuesta que tienen los estudiantes. “Están encantados porque vienen con muchos menos nervios. El problema de cuando se someten a una evaluación tradicional es que llegan con un componente nervioso que muchas veces les bloquea y nos les deja trabajar. Además, aunque las otras prácticas sean en grupo, aquí hay más respaldo del grupo y es muy motivador y divertido. Se les pasa el tiempo muy rápido.

El nivel de participación y satisfacción es altísimo”. El alumnado se queda con ganas de seguir pese a estar siendo evaluados porque se lo pasan muy bien. Ana Romero, recién egresada de Enfermería, asegura que le gustó la experiencia porque “no tienes la presión de que es un examen como tal, no están delante de un tribunal en los que te pones más nerviosa. Es como en el ámbito sanitario porque tú en una planta tienes compañeros que te pueden ayudar. Es más cercano a la realidad laboral”.

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