Fútbol | Tercera RFEF

El Cartaya recibe al Conil y el partido se asemeja a una final

  • Los locales, a dos puntos de los puestos de descenso. Manuel forzará para estar disponible (domingo, 12:00). Amate cumple el tercer partido de sanción. El rival, enemigo directo por la permanencia.

El Cartaya quiere darle la primera alegría en casa a sus aficionados.

El Cartaya quiere darle la primera alegría en casa a sus aficionados. / AD Cartaya twitter

Escrutada al detalle la situación, no roza el dramatismo pero podría instalarse en el tuétano del Cartaya en caso de no ganar al Conil. La aseveración viene al caso porque a este punto el equipo de Amate está a dos puntos del descenso, sólo ha ganado un partido, no conoce la victoria en casa y viene de perder cruelmente un partido en Bollullos donde además se dejó las sensaciones, las buenas sensaciones. Como ven, la situación está para poner cara de pocos amigos y apretar puños y piernas. Es, aunque parezca precipitado, una final en toda regla porque todo lo que no sea ganar, instalará dudas severas en el club.

Es curiosa la situación porque hace tan solo una semana decíamos que el Cartaya estaba mucho mejor en sensaciones que en resultados. Es posible que la poesía esté en desuso, o es posible que el arte esté mal pagado. El caso es que este equipo enamoraba a todos y de momento dejó de gustarse a sí mismo. Así es el fútbol y así es la vida de un momento para otro.

Se trata de ganar y luego ya veremos. Por primera vez en lo que va a de temporada se escuchan voces que apuntan que da igual el modo, pero hay que ganar. No sé si el equipo está mentalizado para eso porque es del gusto por el buen pie. Así que pintarle la cara de guerreros a los violinistas, puede chirriar. Pero no queda otra. Es ganar o complicarse.

De hecho, sin ánimo de subir dos escalones de una vez, al Cartaya le esperan dos jornadas que son vitales para el sosiego. Primero Conil, un punto por encima, y luego el Espeleño, colista por el momento. Dos jornadas cruciales por el despeño del equipo, que por cierto, puede sufrir una metamorfosis para buscar la reacción inminente.

Amate, tras el partido de Bollullos, no acudió a la bronca, sino a reconocer que nada había salido como se esperaba. Partiendo de esa base, imaginamos las charlas de la semana intentando convencer a los jugadores de que el mejor escribiente echa un borrón. Veremos.

El foco se pone en Manuel, el lateral de recorrido infinito. Sin él en el campo el Cartaya se ha quedado huérfano por la derecha y se ha quedado sin dientes para boquear a los contrarios por el costado. Una bala ausente que le ha pesado al conjunto rojinegro. El futbolista forzará para estar disponible.

Por lo demás, la tecla de arriba no acaba de cuajar y en el centro falta equilibrio y pausa. Así que se busca matador con sangre en los ojos y equilibrista que maneje los trapecios. Por todo, el once podría estar formado por Marco Montaño, Manuel, Franci Ruiz, Barragán, Novoa, Tony Gabarri o Mario, Ponce, Juanma Galán, Lolo, Miguel Fernández o Rubén Cabeza y Fran Palma.

Según las estadísticas, el Conil baja como visitante. Aunque ese dato no importa demasiado, sobre todo porque el Cartaya es uno de los peores locales hasta el momento. El rival se antoja como enemigo directo a la hora de medir las opciones de salvación. Y esa es otra de las cuestiones que deben poner al Cartaya en sobre aviso.

Las Brigadas Rojinegras, un grupo de animación de reciente creación y que se está mostrando muy activo, ha hecho un llamamiento a la asistencia, iniciativa a la que se ha sumado el club y resto de aficionados. El partido lo merece al tiempo que lo exige. Si no es una final se le parece. Y ya lo dijo alguien hace mucho tiempo. Las finales no se juegan, se ganan.

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