Fútbol | Tercera RFEF

Rival de enjundia para un Cartaya que cada vez está más contra la pared

  • Recibe al Puente Genil (domingo, 16:30). El equipo de Amate lleva siete jornadas sin ganar y no conoce el triunfo en casa. Los cambios de rumbo constantes en el once y jugadores que restan más que suman hasta ahora, claves en la falta de consistencia

  • Partido de locura en Espiel (2-2)

Un momento del entrenamiento del Cartaya en la sesión del viernes.

Un momento del entrenamiento del Cartaya en la sesión del viernes. / AD Cartaya

Hay una preocupación instalada en el tuétano del Cartaya cuando ya se han cumplido dos meses de competición a lo que hay que sumar la extensa pretemporada. Da la impresión que al equipo le falta cuajo y plan. No hay un once tipo que recitar de memoria y lo mismo es rumbo norte que tirando al sur. Como pueden entender, así es complicado rescatar un modelo, una forma de vida. Porque hasta llegar a Bollullos, que fue el punto cero de todo, el equipo gustaba y se gustaba, a través de su fútbol alegre y sin corsé. Cierto es que siempre, hasta llegar allí, estuvieron más adelantada las sensaciones que los resultados.

Ahora que es una moneda al aire, como ante Conil y Espeleño, está saliendo cruz y eso deja sin coartada a Amate y su tropa. Entre otras razones porque está saliendo cruz en todas las manos. En Espiel pudo pasar cualquier cosa e incluso el Cartaya mereció más por lo que derrochó en la segunda parte. Pero esa es la historia de casi siempre y el fútbol, muchas veces, no entiende de merecimientos sino de realidades.

A la explicativa anterior hay que unir que el entrenador sigue insistiendo en reforzar líneas concretas del equipo, como por ejemplo la parte central de la defensa. De momento predica en el desierto. Hay futbolistas que dan la impresión que tienen cumplida la fecha de caducidad por lo que aportan y que además lastran los planes. Ese es la realidad. De momento les ha salvado el corporativismo. Pero como entenderán, esa fórmula, que en la vida normal fuera de los campos está francamente bien, a la hora de hablar de lo competicional, no cuadra. En fin.

El caso es que el Cartaya lleva siete jornadas sin ganar y a estas alturas no conoce la victoria en casa en lo que va de Liga. Y asoma (domingo, 16:30) palabras mayores, el Puente Genil, capacitado para hacerte un lío sin que te percates de ello. En todo caso, da igual quién venga. El Cartaya ha tenido enfrente equipos teóricamente inferiores y ha sido incapaz de ganar, luego la influencia en ese sentido del potencial, ahora mismo, debe ser pensamiento de segundo plano.

Teniendo en cuenta que Amate ha movido el once mil veces en lo que va de campeonato, es muy probable que los cambios vuelvan a copar el protagonismo principal en el inicio del partido. Las últimas víctimas de los cambios de viento fueron el portero, Marco Montaño, Lolo, Fran Palma y Tony Gabarri. Veremos.

El Puente Genil, aspirante eterno, no sabe lo que significan las medias tintas; o gana o pierde. Teniendo en cuenta ese dato, el partido se viste de extremos en la previa. Por una parte porque el Cartaya no puede especular y por la otra porque los cordobeses son verano o invierno, prescindiendo de otoños y primaveras.

El club y la afición han acudió al reseteo y así llevan varias semanas en las que el pensamiento se posa en interiorizar que ahora será la buena. Para que lo sea, lo primero que tiene que encontrar el Cartaya es sosiego y estabilidad en su plan. Tiene jugadores de muy buen pie y eso da una ventaja cuando hablamos de jugar al fútbol. El resto es cuestión de proponerse que sólo con jugar no basta. Al menos hasta ahora. La situación exige extremos, colocarse en ellos. Así lo anuncia el Puente Genil y así lo necesita imperiosamente el Cartaya.

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