San Fernando

Carmen Orcero, escritora de San Fernando: "El interés de los lectores es un aliciente"

Carmen Orcero, con su nuevo libro en las manos.

Carmen Orcero, con su nuevo libro en las manos.

Hace más de cuatro años que Carmen Orcero publicó su cuarta novela, Todas las palabras que nunca aprendí. Nunca desde que inició en 2013 (con A la sombra de los tamarindos) este camino literario abierto al público –siempre ha escrito– había tardado tanto en sacar el siguiente trabajo, a pesar de que una vez sale a la luz una nueva obra comienza lo que define como "la etapa que más me gusta, esa relación con el lector que te dice que se ha sentido identificado o te cuenta su historia porque es muy similar a la que has contado tú". Ahora vuelve a las librerías cambiando de género: de la novela a los relatos.

Cuando fuimos peces lo conforman 39 relatos, como desvela su autora, "escritos durante la pandemia". "Me han preguntado por qué no he hecho una novela si tenía tiempo durante esos meses y mi respuesta siempre es la misma: ese tiempo lo viví como muy angustiada. No me podía concentrar". La concentración es algo que una novela necesita, advierte, por sus características. Se trata de una historia grande, en la que pensar detenidamente y durante mucho tiempo para que su desarrollo fluya, "para que todo quede circular", son las palabras de Orcero. Pero como no puede parar de escribir, algo que la isleña repite constantemente, optó por el relato que "es una historia que tardas un rato en escribirla y cuando terminas se te va de la cabeza. Aunque después tengas que revisarlos y corregirlos, se acabó".

Así que Carmen escribió, escribió y escribió relatos, los que ahora se plasman en el nuevo libro. A pesar de que están hechos en pandemia, no se centran en ese asunto, sino que se refieren a temas universales de la literatura: el amor, el desamor, el fracaso, la mentira, las relaciones familiares... "Hay de todo", añade.

"Empieza ahora la etapa que más me gusta, esa relación con el lector que se identifica con tu historia"

Igual que ahora cambia de género, a lo largo de esta década de publicaciones –pero también desde que esta pasión de la escritura llegó a su vida para no dejarla escapar nunca– la escritora ha evolucionado en su proceso creativo. "Siempre hay un cambio. Alguien que escribe evoluciona como lo hace su vida. Pero además sigues leyendo, no paras, y las lecturas se absorben como si fueras una esponja", reconoce.

A todo ello se suma el taller de literatura al que acude desde hace 5 o 6 años. "Me ha abierto la mirada hacia un tipo de lectura que por mí misma no hubiera elegido antes. También me está dando muchas técnicas, que en algunos casos yo usaba casi por intuición por el bagaje lector", admite. Y se explica: "Cuando llevas toda la vida leyendo parece que se te metiera dentro esas técnicas sin darte cuenta. En el taller te explican cómo es la técnica, los recursos que hay, y aprendes a leer a los demás viendo cómo estructuran, cómo funcionan, cómo escriben". "Todo eso te hace evolucionar a ti, sin perder tu estilo, tu voz", deja claro. Y por supuesto escribir una novela, que tiene una trama, una voz y por tanto "una línea que sigues", es distinto a los relatos, que "te permiten experimentar" porque cada uno es diferente.

Orcero presenta el libro en San Fernando el próximo viernes (2 de junio) en el centro de congresos a las 19.00 horas. A partir de ahora comienza lo que califica como "la parte que más me gusta". "Cuando saco un libro me gusta disfrutarlo, la relación con el lector", revela. Apenas tuvo tiempo de hacerlo con su cuarta novela, publicada en noviembre de 2019. Poco después llegó el covid y las restricciones, y por tanto tuvo que decir adiós a la posibilidad de mantener esa vinculación con el público.

"Siempre hay un cambio. Alguien que escribe evoluciona como la hace su vida y porque absorbe sus lecturas"

Ahora será distinto, y ya tiene a mucha gente pendiente de poder leer su nuevo trabajo. "Tengo mucha suerte y estoy agradecida. Hay mucha gente que me mira con mucho cariño. A veces pienso si es que ven mi literatura o es el cariño que me tienen", admite. Pocas personas han leído el libro ya, pero siente las ganas de esos lectores, "es un aliciente increíble. Me hace mucha ilusión".

La autora inicia ahora esa inmersión en la fase de disfrutar el libro con los lectores, por eso no se implica en una nueva creación. “Me gusta tener esta vivencia con el lector tranquila y ya cuando pasa pienso en un nuevo trabajo. Aunque no dejo de escribir, algún relato corto o participo en antologías, pero un nuevo libro no me lo planteo", asegura. Esas ideas le llegan de sus amigos. "e mandan fotos y me dicen: ¡Mira qué imagen, no me digas que no da para una novela!", comenta mientras se ríe.

A pesar de todo ese interés que le rodea, la escritora no sabe qué contestar cuando se le pregunta si hay una nueva atracción por la literatura en la sociedad. "A veces siento que vivo en una burbuja" de escritura y lectura, un mundillo en el que se relaciona con personas que tienen ese mismo interés, "que le apasiona leer", "que le apasiona escribir", con muchas lecturas compartidas. "Creo que el público en general se deja llevar por el márketing, por lo que te plantan en televisión, y no llegan a una literatura mejor, que no me parece mal que la gente opte por la lectura de puro entretenimiento. Quizás a mí me ocurre lo mismo con la música, que consumo algo distinto a quien realmente le apasiona", matiza.

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