Mucha pringue

Alberto Chicote acaba llorando en este bar de Algeciras, su siguiente 'Pesadilla en la cocina'

Alberto Chicote en uno de sus intensas experiencias en su programa

Alberto Chicote en uno de sus intensas experiencias en su programa

Tras la experiencia en El Palomo, de Sevilla, una tasca de comida sincera donde las comandas se escribían a mano por los comensales y Alberto Chicote casi acaba siendo agredido por el cocinero del establecimientos, el siguiente Pesadilla en la cocina será en Algeciras. Atención, spoilers del próximo programa (que se grabó en el mes de marzo).

El chef que intenta reflotar establecimientos atraca en el puerto algecireño en un barco de recreo y de ahí se dirige a la barriada de San José Artesano para conocer el bar El Callejón, allí le aguarda el joven propietario, David Piña y su madre, Tere, otra cocinera que se enfrentará agriamente con Chicote y no aguantará sus críticas y apreciaciones.

El local El Callejón antes de su reforma El local El Callejón antes de su reforma

El local El Callejón antes de su reforma

David Piña se ha quejado en una entrevista al canal local 8TV en la que se siente muy dolido con la experiencia de este programa de La Sexta. Revela que no se puso en contacto con Pesadilla en la cocina, sino que los del programa buscaban por Algeciras un local propicio para grabar. Asegura que ellos cambiaron cosas para hacer más efectista el programa y que incluso le pusieron para cocinar verduras en mal estado para las malas reacciones de Chicote.

Porque, efectivamente, el chef no aprueba lo que prueba en El Callejón (ensaladilla, hojaldre crudo, puntillitas en aceite rancio), un lugar de tapas tradicionales que cuenta además con un comedor en otra esquina del local principal del que también Chicote expresó sus dudas.

Con David Piña discutirá sobre "el punto" de la presa ibérica que le sirve. El chef le detalla cuáles son los distintos grados de cocción de la carne a la brasa, mientras que el algecireño le porfía que él no conoce tantos. Para el de El Callejón "al punto" es una carne casi hecha. Chicote le replica que de esa manera la carne "está hecha", incluso pasada de calor.

En su inspección por la cocina comprueba que la de El Callejón es las que parecen "un zoo". Al levantar una caja con verduras aparecen cucarachas y es una de las protestas del propietario sobre lo que él considera manipulación del espacio de La Sexta. La falta de limpieza y la mugre veterana son otros de los habituales signos de los locales que aparecen en cada Pesadilla.

Nada más decir "buenas tardes" ya se lía en este programa. Con Tere, que recuerda en versión delgada al personaje cinematográfico de Carmina Barrios, tendrá Chicote más de un enfrentamiento mientras se disparata el servicio, como en otros tantos programas. La versión de David es que llevaron a comer a mucha más gente de lo habitual con el fin de desbordarles.

Alberto Chicote en uno de sus contundentes gestos Alberto Chicote en uno de sus contundentes gestos

Alberto Chicote en uno de sus contundentes gestos

La pareja del propietario, Tatiana, y una compañera, Cristina, son las que atienden también a las desperdigadas mesas.

El enfrentamiento no es sólo con Chicote, sino también entre madre e hijo. El programa intentará reconducir ese enfrentamiento y abordará una reforma al local y al comedor que no ha convencido a los propietarios.

¿Termina llorando Alberto Chicote? Sin lágrimas del chef la historia no es redonda. El de Pesadilla va a acabar llorando en su periplo algecireño.

 

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