Regresa Salvados y no ha pasado desapercibido esa vuelta con el vídeo de las preguntas con sorna de la ex ministra María Dolores de Cospedal a Jordi Évole. Y otro con Villarejo. Hoy vuelve Salvados a La Sexta y el primer asunto son los actores de Campeones. La semana próxima, Cataluña.

–En la temporada pasada esperábamos que le hincara el diente al conflicto en Cataluña.

–Pues no sé. Tuvimos una entrevista con Puigdemont pocos antes del 1 de octubre donde no quedó nada por preguntarle. Había una sobresaturación informativa sobre Cataluña. La entrevista con Felipe González se centró en el problema catalán y tuvimos el cara a cara de Inés Arrimadas y Marta Rovira. Hablar de Cataluña en 3 de 20 capítulos no se puede decir que lo eludiéramos.

–Entiendanos. Lo que esperábamos era que usted indagara en lo que sucede en su tierra, en los colegios, en las instituciones, en TV3...

–No sé si le compensa el documental del domingo próximo en el que reconstuimos las horas previas a la declaración de independencia. Los entresijos que no se contaron. Hay un trabajo de investigación para contar lo que pasó. La descoordinación que existió en el mundo independentista. Hubo dos rupturas, una dentro de Cataluña y otro de Cataluña con el el resto de España. Ese Salvados se llama El dilema. Crónica de dos rupturas.

–¿Cómo está la situación en su tierra ahora?

–Esta mejor si comparamos el clima entre un octubre y otro. Creo que no debería haber presos preventivos. El hecho de que tanto ERC haya cambiado de hoja de ruta, como el hecho de que en Moncloa haya ganas de hablar, muestra que hay cierta intención por solucionar la situación, aunque será díficil mientras unos digan “referéndum” y los otros “no, no y no”. Estamos viendo muchas comisiones bilaterales, aquí se habían roto todos los puentes de negociación. Hay cierto acercamiento y habrá quienes piensen que toda medida será insuficiente y otros que creen que es bastante.

–¿En qué momento nos encontramos?

–El procés ya tiene muchas temporadas y esta serie necesita un final. En toda negociación todas las partes tienen que ceder. El político valiente es aquel que le dice a los suyos lo que no quieren oír. Yo para terminar esta serie diría que todo fue un sueño de Antonio Resines.

–Vale, pero si esta serie terminara con un sueño suyo...

–Yo no quiero la independencia de Cataluña, pero sí querría un reconocimiento diferenciado para Cataluña. Las vías de solución pasan porque destaquemos lo positivo del otro. Yo he viajado por toda España y defiendo un referéndum para Cataluña y nadie lo ha percibido con hostilidad. Yo me siento muy querido en todas partes y puedo dar mi opinión de manera libre.

–¿No ha notado que no lo miran igual en algunas partes?

–En ninguna parte de España me han recibido mal. Yo no tengo ningún problema. Lo de destacar constantemente lo malo que es el otro no es precisamente positivo. Es bueno buscar un enemigo común, pero contribuye poco al diálogo. Debemos conocernos mejor. Cuando la gente se conoce, habla, se entiende, discrepa dentro de unas normas convivencia.... Hay tertulias muy crispadas, unas aperturas y portadas muy tremendas. Todos tendríamos que bajar el listón porque la convivencia es perfectamente posible.

–Usted está muy preocupado por Vox, pero es un partido que ha aumentado por el desánimo ante la crisis catalana.

–Había una extrema derecha en España que parece que ha despertado. A mí todos los sitios, donde sea, con muchas banderas me tiran un poco para atrás. Los titulares sobre Vox me parecen de El Mundo Today.

–¿Aquel programa sobre García y De Morena estaba planeado para dejar mal a don Juan Carlos?

–Cuando llamamos a don Juan Carlos no pretendíamos ponerle en un compromiso. No era mi intención. Sí que me encantaría hacerle una entrevista. Está pidiendo una entrevista a fondo. Es una persona clave en la transición española que podría sacarnos de dudas.

–¿Insiste en llamar a la Zarzuela para entrevistar al Rey?

–Pedir se pide, pero la Casa Real está muy blindada, no sé si se le hace mucho favor con ese blindaje en torno a Felipe VI. Me gustaría una entrevista con el Rey. Pero que fuéramos nosotros o cualquier otro programa.

–¿Cómo comienza esta temporada de Salvados?

–Vamos a comenzar por la discapacidad intelectual. Una de las mejores noticias de este último año ha sido que la gente haya ido al cine a ver Campeones. Hemos flipado, su mundo no es diferente al nuestro. Hemos hablado con ello de política, de amor, de muerte y de futuro. Son personas sin filtros, sin pensar en lo políticamete correcto.

–¿Por dónde va a centrarse su interés?

–Buscamos ser alternativos a la actualidad de todos los días. Estamos investigando en el mundo de las sectas y hablaremos de los adolescentes y su relación con el sexo. Hay una brecha generacional con nuestros jóvenes. Tengo un hijo de 12 año y nos interesaba conocer al respecto de las claves de nuestros adolescentes. Ellos asumen el sexo como algo sin tapujos.

–Ahora somos nosotros los que criticamos a los jóvenes como sucedía con nosotros ¿Cómo cree que son estos jóvenes?

–Viene una generación mejor de lo que creemos, aunque se lleven todo el día con el móvil. Es una generación con muchos valores, con mucha tolerancia, con la solidaridad asentada. Y una mentalidad sobre el sexo mucho más abierta.

–¿Tienen otra visión sobre la religión, por ejemplo?

–A nuestros jóvenes no les gusta que les condicionen. A mí me gustaría entrevistar alPapa Francisco, es la figura más apasionante de estos tiempos.