TV-Comunicación

Octavos de expectación

  • La selección reunirá esta tarde en Telecinco a cerca de 14 millones de espectadores, récord desde 2012

Este partido de octavos, dominical, que juega hoy la selección española ante la anfitriona rusa en Telecinco tiene como acontecimiento televisivo una comparación clara en otro (angustioso) día festivo similar, el del Mundial 2002. España, tras una fase previa impecable en la competición asiática, se medía a una asequible Irlanda. El desarrollo de un partido en el que los insulares remontaron en el último momento registró la gran marca de audiencia de la selección hasta los títulos recientes. Más de 12,3 millones de españoles se pelearon con el sofá siguiendo la prórroga en Antena 3. Y la tanda de penaltis, en la que fue decisiva la labor de Íker Casillas, se saldó con 13 millones de espectadores, 88,9%, cuota estratosférica que se alcanzará hoy si las cosas se complican.

Domingo, selección y fase eliminatoria mundialista crean una combinación que convertirá al partido de hoy en lo más visto de los últimos seis años, desde la consecución de la Eurocopa 2012. La cita mundialista, toda en abierto en los canales de Mediaset, vive su mejor edición porque entre tanta oferta fragmentada, entre tanto contenido 'aplazado', a la carta, el público se decanta por vivir el gran acontecimiento en directo. Selecciones como Brasil y Argentina han superado en España los 5 millones de espectadores (lo nunca visto en un país futbolero que no siente afición por colores extranjeros) y el equipo de Fernando Hierro ha pasado de los 10,4 millones del esperanzador debut a los 11,5 millones en los dos encuentros agónicos de la fase previa.

El anterior domingo mundialista de la selección al de hoy es el partido más épico de la historia, la final sudafricana ante Holanda, que en su prórroga fue vista por 15.587.000 espectadores, 85,9%, ofrecida entre Canal + y Telecinco. Fueron muchos más españoles los que vieron el gol de Iniesta, por supuesto, pero los audímetros no calculan las pantallas colectivas. Aquel partido tuvo en total 14,6 millones, 80,3% y sólo ha sido superado por la semifinal de la Eurocopa 2012 ante Portugal, con 16,5 millones.

En la historia de las audiencias sólo hay otro domingo mundialista con España, también en 2002, con el debut ante Eslovenia, a una hora poco habitual, las 13.30. Aquel duelo fue seguido por 7,9 millones de espectadores en A-3. El siguiente encuentro, ante Paraguay, en la mañana de un viernes laborable, la selección reunió (comprensiblemente) su cifra de seguidores más escuálida en un Mundial: 4,5 millones, aunque reunían un 77,3% de cuota.

El anterior encuentro de octavos, en 2010, ante Portugal, reafirma lo que se va a vivir hoy: en aquel derbi ibérico, un martes por la noche, estaban ante la pantalla 13.363.000 espectadores, 75,7. La eliminación ante Francia en Alemania, otro martes, en La Sexta, fue seguida por 12.199.00, 69,9%.

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