Visto y oído

Antonio Sempere

Pedro Roncal

Imponía ver el lunes 20 en el Telediario 1 a Raquel Martínez de luto riguroso. En señal de duelo y respeto por Pedro Roncal. Fulminado por un infarto el domingo en Pamplona, su ciudad natal, a los 54 años. Imponía ver a Raquel en ese puesto porque no es ella la que debía ocuparlo, sino Pilar García Muñiz, que ya había vuelto de las vacaciones y que se había incorporado al mismo tanto el jueves 16 como el viernes 17 de agosto. Quién le iba a decir esa tarde que el lunes no iría a Torrespaña. Quién nos lo iba a decir a nosotros. Y cómo iban a imaginar los alumnos del Instituto de RTVE, que despidieron a lo grande a Roncal como uno de los grandes docentes del centro, que éste no iba a volver con ellos a la vuelta de las vacaciones.La semana del lunes 13 de agosto se había ocupado del Telediario Marta Jaumandreu, pero el del lunes siguiente, el del día 20, según todas las previsiones, la que debía estar en la silla era Pilar García Muñiz, casada con Roncal. Hasta que el destino dio este volantazo tan inesperado. Por eso ver a Raquel Martínez el lunes fue tan duro. Tan antinatural. Porque, al menos los que conocíamos el trance, pensábamos en el hijo de 12 años que ahora queda huérfano de padre. Porque nos hacíamos cruces de cómo la vida puede ser tan cruel. Hasta el punto de que en un principio se hacía imposible seguir con atención el hilo informativo de las noticias que con aplomo nos narraba Raquel.

Así las cosas, solamente nos resta refugiarnos en el carpe diem. No es natural que Pedro Roncal se nos haya ido tan pronto. Que un profesor, un padre, un compañero, desaparezca de un día para otro dejando a medias tanta vida y tantas ilusiones.

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