A medida que se van acercando las navidades y el final del año, los periodistas nos vemos poseídos por una fuerza desconocida que nos lleva irremediablemente a tener que elaborar listados de “lo mejor” y “lo peor” del año. Es un vicio global, nada personal.

Una necesidad de otorgar distinciones fugaces en modo de ranking que, además, en la era del click son muy bien recibidas por los buscadores de internet. Todo tiene una explicación: ego y clicks.

Así, a poco más de dos meses de dar por finalizado este funesto 2020 en la ficción española sí encontramos motivos para festejarlo. Porque ha sido un año bueno en materia de series. Un año excelente que nos ha dejado producciones estupendas. Tanto las que resuenan en estos días con grandes campañas promocionales a sus espaldas como las que parecen haber quedado más olvidadas, pero no por menos ruido son menos merecedoras de colarse entre “las mejores series del año”. Si los críticos necesitan de esas campañas y ese ruido para elaborar esos rankings, mal vamos. En la condición de experto de series tendría que estar el conocimiento de los productos más allá de las marcas o campañas que hay tras ellos.

Y entre todas las magníficas series españolas de 2020, una destaca con fuerza porque es más que eso, más que una magnífica serie. Es Veneno, la serie que los Javis han tallado y moldeado para Atresplayer Premium, la plataforma de pago de Atresmedia. Es una auténtica obra de arte pop. Una mirada innovadora, de autor y que embriaga a un icono de la televisión de los 90 que todo el mundo conoce. Los Javis han hecho con la Veneno para la cultura pop española lo mismo que Andy Warhol hizo con Marilyn para la cultura americana.

Veneno es una serie icónica y así está siendo recibida cada semana por sus fans.

Este sábado Atresplayer Premium estrena el último de sus ocho capítulos. Atresmedia no ha escatimado esfuerzos en la promoción de esta serie a sabiendas de la joya que tienen entre manos. Y, más allá de todo lo anterior, Veneno merece ser reconocida en cabeza de cualquier ranking por tratarse de una serie que ha roto barreras, estigmas y que ha abofeteado nuestros prejuicios de hace 2 décadas. Nos ha puesto ante el espejo doblemente: como sociedad y de manera individual.

Viendo esa tele de los 90, del Mississippi, de los escándalos sexuales y gritos frente a las cámaras y los polígrafos… comprobamos horririzados que no hemos cambiado tanto como creíamos (y menos algunas cadenas que continúan ancladas en shows diarios tan dantescos como humillantes) ni hemos abandonado ciertos prejuicios.

Veneno nos ha dicho que nos queda aún mucho por cambiar. Y lo ha hecho emocionándonos, haciéndonos disfrutar y, sobre todo, con mucho arte.

No. Veneno no es la serie del año. Es mucho más.