Toros

Adame y El Cid, primeros trofeos de la Feria de Abril

  • En la consecución de ambos premios, ante dos toros buenos de Fuente Ymbro, el mejor el del sevillano, prevalece el peso de sendas estocadas. Urdiales, con un mal lote, de vacío.

El Cid.

El Cid. / Juan Carlos Vázquez

Los diestros Joselito Adame y Manuel Jesús El Cid cortaron las primeras orejas de la temporada en la plaza de toros de Sevilla. El mexicano, a un sobrero que saltó como tercero bis y el sevillano al quinto, los dos mejores toros de un encierro de Fuente Ymbro, en conjunto aceptable de presentación y de juego dispar. Urdiales, con el peor lote, se marchó de vacío.

El Cid realizó una faena arrebatada y desigual al notable quinto en la que brilló en una serie al natural, con ligazón y en la que sobraron varios enganchones. El saltereño dibujó también algunos otros muletazos con la zurda, sueltos, con profundidad ante un toro que humillaba en la persecución del engaño. Faltó mayor rotundidad a la obra. La estocada, de efecto rápido, fue decisiva para conseguir una oreja.

Con el segundo, un astado de buenas hechuras, El Cid se mostró voluntarioso y tapó muchos defectos de un toro distraído e incierto, con peligro por el pitón derecho, que en una de las acometidas se tiró directo al pecho en una colada escalofriante.

Joselito Adame tuvo como primer oponente a un animal inválido, que se derrumbó en el primer tercio y fue devuelto tras varias protestas. Ante el tercero bis, serio, que llegó también a perder las manos, el diestro hidrocálido le sacó partido hasta que se rajó. Se estiró muy bien a la verónica y realizó una labor pulcra y desceñida con gotas de pinturería, como varios pases del desprecio, en la que tuvo gran peso una estocada de efecto fulminante.

Adame, con el manso sexto, que se rajó de inmediato, únicamente pudo lucirse en un precioso inicio genuflexo, con ayudados, que supuso la explosión de mayor calado artístico de la tarde. Ante este toro, Fernando Sánchez prendió un par de categoría, tras ir andando hacia el toro y darle ventaja.

Urdiales vio frustrado su primer trasteo ante el que abrió plaza, un animal de buenas hechuras, sin fuerzas ni clase, que se defendió en la muleta y al que había recibido con unas hondas verónicas, ganando terreno al toro.

Con el cuarto, cuesta arriba, Urdiales consiguió algunos muletazos sueltos de calidad ante un ejemplar tardo, sin codicia y de escaso recorrido.

El espectáculo, que no pasó de entretenido, deparó como noticia la concesión de esos dos primeros trofeos, generosos, en esta Feria de Abril 2017 en la Maestranza, que ya hace mucho tiempo que perdió su entidad de exigencia como plaza de primera.

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