Toros

Fuerte padillazo en el marathon de ocho toros

  • Llenazo en la plaza de Sanlúcar en el festejo de Exaltación del río Guadalquivir con triunfo de la terna

Corrida de exaltación del guadalquivir en sanlúcar Ganadería: cuatro toros de Garci Grande, los dos primeros y los dos últimos de los ocho, y cuatro de El Torero, los restantes, sustitutos de los anunciados de Núñez del Cuvillo que no llegaron e embarcarse . Con presentación para esta plaza y de buen juego en líneas generales, fueron buenos los dos primeros y extraordinarios quinto y sexto, el quinto premiado con la vuelta al ruedo. Tercero incierto, séptimo bajo de raza y flojo, y octavo deslucido. TOREROS: Juan José Padilla de corinto y oro, estocada casi entera DOS OREJAS y estocada DOS OREJAS Y RABO. El Fandi que sustituía a Andrés Roca Rey, cogido en Málaga, de añil y oro, pinchazo y estocada traserita OREJA y estocada tendida y descabello DOS OREJAS Manzanares de Francia y oro, pinchazo y estocada OREJA y estocada contraria DOS OREJAS. López Simón nuevo en esta plaza, de cobalto y oro, dos pinchazos y estocada tendida OVACIÓN Y SALUDOS y estocada baja DOS OREJAS. Los cuatro toreros salieron a hombros INCIDENCIAS: Lleno de acabarse el papel en tarde de poniente. Saludaron tras parear en el tercero Rosa y Blázquez . Bien los picadores.

No es el único el olímpico de Río de Janeiro, también hubo un marathon de ocho toros, ayer en Sanlúcar, con ocasión de las Fiestas de Exaltación del Río Guadalquivir, una prueba de largo recorrido que comenzó con diez minutos de retraso y que tuvo un claro vencedor, medalla de oro, Juan José Padilla que redondeó en sus dos toros con un balance de cuatro orejas y un rabo, triunfo que compartió con el resto de compañeros de cartel, que igualmente sumaron trofeos para recibir los honores del podium de la puerta grande.

Pero el oro fue para el Jerezano en tarde de buen ganado. Garcigrande echó dos toros buenos pero El Torero destacó con los superiores toros lidiados como quinto y sexto, que para algunos espectadores fueron de vacas. El quinto recibió los honores del pañuelo azul, pero el sexto fue un gran toro, con casta y bravura.

De los de Garcigrande el mejor fue el segundo y hay que decir que a El Fandi le tocó el mejor lote. Era el lote de Roca Rey, lesionado tras su cogida en Málaga, a quien sustituía el granadino. Desde cuatro días antes se colgó el cartel de "No hay billetes". Éxito empresarial de Carmelo García, el empresario. Cómo lo hará es la pregunta que circula en el entramado taurino de este rincón. Basta recordar que El Juli no va a Jerez, Algeciras o El Puerto ni se sabe desde cuando, pero en Sanlúcar sí que se anuncia. Lo cierto es que con esta sustitución hubo por la mañana gente que devolvía entradas e igualmente clientela que compraba el papel que iba entrando. Y la plaza llena.

Y Padillazo. Lo cierto es que el de Jerez salió con mucha raza con un primer toro de Garcigrande noble y bueno que vino a menos con la muleta pero al que el Ciclón le sacó el máximo partido, desde las largas de rodillas en el tercio, el quite, los sensacionales cuarteos y una faena de muleta en la que sobresalió con la mano derecha en redondo, después de abrir de rodillas en una serie larga y vibrante.

Con el excelente quinto de El Torero, de nuevo amplio repertorio recibiendo por verónicas rodilla en tierra con chicuelinas de remate. Un quite por faroles fue prólogo de otro gran tercio de banderillas protagonizado por el jerezano.

Padilla eslabonó las series sobre ambos pitones y remató de rodillas, calentando muchísimo. Un cante del lebrijano Carlos el del Bocho precedió a la estocada y al triunfo del torero, con palmas por bulerías y aclamaciones de su condición de torero.

Para mí fue más convincente El Fandi en su primero que ante su segundo. Mejores momentos y acople con el buen toro de Garcigrande que con el extraordinario de El Torero, bravo y con casta, que repetía con arrogancia. El público conectó más con la primera faena del granadino, enmudeciendo en la segunda hasta romper en los alardes finales.

Manzanares no se confió con su incierto primero, ambos se midieron y convenció el alicantino cortando una oreja. En el segundo de su lote, bajito de raza, dejó muletazos cadenciosos en dos grandes series por ambos pitones. De lo mejor de la tarde.

López Simón malogró el triunfo en su primero con la espada. La faena tuvo emoción, riesgo y coraje como para seguro premio aunque no faltaron los borrones. Lo consiguió afanoso y entregado López Simón con su segundo toro, igualmente pasándose al toro muy cerca ante un toro más deslucido.

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