Bogotá descubrió al mejor Garrido en su encuentro con el bueno de Tocayito, de Mondoñedo, que puso la guinda a una corrida de toros emocionante y vibrante. El indulto fue la cúspide de una faena reunida, con muletazos largos, llena de detalles y torería a un toro que siempre fue a más, con la mayor cualidad de la humillación y la duración. Hubo comunión entre el toro, el torero y la afición que desde el mismo día de su confirmación lo ha adoptado como suyo.

En la plaza de toros de La Santamaría, en la cuarta de abono, con buena entrada en tarde calurosa, se lidiaron toros de Mondoñedo, de excelente presentación y de buen juego en líneas generales. El sexto, Tocayito, número 319, fue indultado. Rafaelillo, que confirma, ovación y oreja; Paco Perlaza, ovación y ovación; José Garrido, que confirma, oreja e indulto.