Feria de San Miguel | Novillada, primer festejo del ciclo

Juanito, única vuelta al ruedo en una novillada deslucida de Talavante

  • El sevillano Ángel Jiménez, ovacionado en el cuarto

  • Francisco de Manuel, silenciado en su lote

Juanito, en un cambio de mano al quinto novillo, en el que dio la vuelta al ruedo.

Juanito, en un cambio de mano al quinto novillo, en el que dio la vuelta al ruedo. / Juan Carlos Muñoz (Sevilla)

Una novillada de Talavante, de presentación y juego desigual, con novillos en su conjunto deslucidos, fue el libreto que interpretaron una terna compuesta por el ecijano Ángel Jiménez, el portugués Juanito y el madrileño Francisco de Manuel, quienes se marcharon de vacío; dando la única vuelta al ruedo Juanito en el quinto novillo en una tarde calurosa y alrededor de media entrada.

El ecijano Ángel Jiménez, en un pase del desprecio al cuarto astado. El ecijano Ángel Jiménez, en un pase del desprecio al cuarto astado.

El ecijano Ángel Jiménez, en un pase del desprecio al cuarto astado. / Juan Carlos Muñoz

Ángel Jiménez, con disposición, saludó con una larga cambiada al jabonero que abrió plaza, un novillo al que le costaba embestir y que se rajó pronto, propinando al final de su lidia algunas tarascadas por el pitón derecho y colándose por el izquierdo. El sevillano logró algunos muletazos estimables, especialmente con la diestra.

Con el manejable cuarto, bien presentado, Jiménez dio un recital con torería en la apertura de la faena. Con la derecha, el mejor pitón del astado, consiguió dos series de nota. Con la izquierda hubo pinceladas caras, como un pase del desprecio, pero no alcanzó el mismo acople y tras un desarme, un pinchazo y un descabello el público se enfrió y todo quedó en una fuerte ovación.

Juanito manejó bien el capote ante su lote. Al manejable segundo, altote, lo recibió con delantales a pies juntos y unas bellas verónicas. Realizó una faena variada, que comenzó en su apertura con dos estatuarios, un fallero, una trincherilla y un pase de pecho todo ello ligado y con ritmo. En su trasteo, lo más destacado fue una buena tanda con la zurda, con muletazos largos y la muleta planchada, cogida por el centro del estaquillador.

Con el quinto, Juanito se empleó a fondo. Lo recibió con una larga cambiada de rodillas frente a toriles. Lanceó bien a la verónica. Con la derecha, con temple, arrancó una tanda de muletazos de buen corte a un novillo manejable, pero de escaso recorrido. Tiró también de recursos, como un sorprendente cambio de mano por la espalda. Cerró con una bernadinas arriesgadas. Y aunque mató de pinchazo y estocada dio la única vuelta al ruedo.

Francisco de Manuel, torero de buen corte, contó con un mal lote. Con el castaño tercero, que acusó una voltereta muy fuerte en el capote, anduvo voluntarioso y apuntó buenas formas en una labor que no caló en el público.

Con el sexto, serio, parado y sin fuerzas, Francisco de Manuel, sin apenas opciones al lucimiento, intercaló buenos muletazos por ambos pitones.

La apertura de San Miguel contó con una decepcionante novillada de Talavante ante la que consiguió la única vuelta al ruedo un Juanito que, lejos de aquella frescura y temeridad con la que se presentó sin picadores en esta plaza, ha ganado en técnica. Junto a su faena al quinto novillo, los chispazos de torería de Ángel Sánchez tuvieron calado en una tarde en la que Francisco de Manuel apuntó cosas ante un mal lote.

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