Cultura

Orejas y rabo para Andrés Romero y Diego Vázquez en Almonte

  • Curro Díaz corta dos apéndices y con uno por coleta saldan su actuación los diestros David de Miranda y Rafael Serna

Andrés Romero, con los máximos trofeos del quinto de la tarde ante el que culminó una notable labor.

Andrés Romero, con los máximos trofeos del quinto de la tarde ante el que culminó una notable labor. / P. Guerrero (Almonte)

El rejoneador Andrés Romero y el novel Diego Vázquez se proclamaron ayer al final del festejo celebrado en Almonte como los grandes triunfadores del mismo al cortar ambos los máximos trofeos de sus oponentes, que concretaron también lo de más contenido en cuanto a clase y raza en su lidia.

El resto de premios se reparte entre esas dos orejas conseguidas por Curro Díaz, un trofeo para David de Miranda y Rafael Serna y los saludos con los que se despachó la actuación del Finito tras la lidia del utrero que abrió plaza.

Conjunto ganadero de Manuel Ángel Millares bien presentado pero falto de entrega y clase en el tercio final. Noble y encastado el eral que cerró plaza y el utrero de rejones que le sirvió para lucir a Romero en la tarde almonteña. No fue desde luego conjunto ganadero en esa regularidad de entrega y clase que suelen sacar los pupilos de Pelegrín.

Así y todo cada uno los entendió a su manera. Digo esto porque Finito se dejó querer por el tendido en esa filigrana que deja el detalle pero sin más compromiso que la estética y el mostrarse lo justo por el pitón izquierdo. De uno en uno la faena deja fotos pero anda huérfana de emoción para el tendido. Una estocada trasera finiquitó el compromiso y escuchó palmas el torero.

Lo mismo que Finito entendió en esa suavidad de trazo el toreo frente a su oponente Curro Díaz lo entendió desde el compromiso de arrear sin miramiento a lo que hubiese. Y donde Fino no empujó empujó el de Linares, siempre con ese golpe final de muleta para hacer alargar el muletazo. Toreo en redondo, muletazos invertidos y la prueba por el pitón zurdo para entresacar una buena serie. Lo puso todo el torero. Todo y más para hacer lucir este segundo acto de la tarde y cortar tras una estocada fulminante dos orejas muy justas en el balance de la tarde.

Bonito de hechuras el burraco que le tocó a David de Miranda que dejó pocas oportunidades al de Trigueros para engarzar toreo potente de cara al tendido. Miranda encaró una faena en la media distancia que entendió para poder ayudar a hacer más larga la embestida pero al segundo muletazo ya no había más remedio que quedarse en terrenos cercanos a un animal muy tardo y sin humillar cuando se decidía acudir al cite del diestro. Las manoletinas cerraron el acto.

Viendo cómo iba la tarde no era lógico pegarle tanto en el caballo al colorao que tuvo Serna delante. Al final el torero se quedó con un toro muy mermado por el castigo. Serna apuntó más ardor guerrero en su pelea que toreo profundo pero era lo que tocaba y en ello se aplicó presto el sevillano.

El novillero de Hinojos Diego Vázquez en el toreo al natural frente al sexto. El novillero de Hinojos Diego Vázquez en el toreo al natural frente al sexto.

El novillero de Hinojos Diego Vázquez en el toreo al natural frente al sexto. / P. Guerrero

Notable actuación de Andrés Romero frente al quinto de la tarde. Galopó el de Millares y Andrés le cuajó una lidia muy completa y brillante sobre todo en el tercio de banderillas en el que la faena alcanzó perfección y alta conexión con el tendido y especialmente con una cuadra que se mostró imponente en esos tercios donde la faena necesitó brillar. Máximos trofeos tras los aceros de muerte.

De menos a más se dejó ver el novel Diego Vázquez ante un noble y bravo eral que por ambos pitones dejó expresar ese toreo sereno y de buenas maneras que posee el de Hinojos. Gustó especialmente por el pitón izquierdo y en la decisión ante la suerte suprema.

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