Álvaro Ochoa

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El metro y medio de la Maestranza

La empresa Pagés y la Junta de Andalucía llevan semanas intercambiando declaraciones y enquistadas en un conflicto sobre el aforo de los festejos en Sevilla

Morante de la Puebla a metro y medio del toro en la Maestranza.

Morante de la Puebla a metro y medio del toro en la Maestranza. / Juan Carlos Muñoz

A la empresa Pagés, gestora de la Real Maestranza de Caballería, y a la Junta de Andalucía parece que les separa metro y medio desde hace semanas. Ambas dicen ir de la mano, pero la distancia de seguridad es patente. El pasado 12 de marzo, en la presentación de los carteles de la temporada 2021 en Sevilla, la distancia fue el tema estrella. Ramón Valencia, de Pagés, repitió hasta la saciedad que si no permiten un 50% de aforo en el coso del Arenal, no le salen las cuentas. A pesar de la ostensible rebaja de los maestrantes, los ganaderos y los toreros, la línea roja estaba y está ahí. No sólo por una cuestión monetaria, sino por “imagen”, según reveló Valencia. La plaza sevillana tiene una capacidad para 12.000 espectadores.

La Junta de Andalucía, a través de su presidente Juanma Moreno o su portavoz Elías Bendodo, no se opone a ese porcentaje. El conflicto no es matemático, sino espacial. El gobierno andaluz remite una y otra vez al metro y medio de distancia. Una longitud que puede casar bien con el 50% en otros recintos, pero que en el caso de la Maestranza hace variar y mucho las cuentas. Si se aplica el metro y medio en los tendidos y gradas hispalenses, el porcentaje es del 12,5% aproximadamente. Es decir, unas 1.500 personas. Lo ajustado de las localidades maestrantes imposibilita cumplir los dos requisitos: 50% de aforo y metro y medio de distancia interpersonal.

Este debate va a cumplir un mes entre la afición taurina. El desbloqueo de la situación no parece posible si nos atenemos a las continuas declaraciones de los gobernantes regionales, que remiten a la distancia; y las del sector taurino, que alude al aforo. Las posturas no se han acercado ni un centímetro y continúan a un abismal metro y medio de diferencia. Mientras, la Unión de Criadores de Toros de Lidia hace cuentas. Cifran las pérdidas en 150 millones de euros y aseguran que está ocasionando que muchas de las ganaderías se vean obligadas a su desaparición con el desastre ecológico y genético que ello supone. En un reciente comunicado hacen una reflexión en voz alta: “No entendemos cómo en los festejos taurinos que fundamentalmente se celebran al aire libre se debe respetar la distancia de seguridad de un metro y medio y, sin embargo, en el metro, autobús o AVE, etcétera… no se aplica esa medida”.

Dentro de siete días está previsto que las puertas de la Maestranza se abran para que Morante de la Puebla, Andrés Roca Rey y Pablo Aguado maten toros de Victoriano del Río. Un cartel que estaba previsto para el pasado Domingo de Resurrección y que tuvo que ser retrasado dos semanas. El enquistamiento entre Pagés y la Junta probablemente impida que se celebre la corrida, arrastrando con ello al resto de carteles programados para abril y mayo. Muchos miran ya al final del verano, en el que cuatro festejos abrirían y cerrarían la temporada en la capital andaluza. Mientras esta incertidumbre se disipa, el Metrocentro circula anunciando toros y toreros, Pagés promociona vídeos bajo el lema Es la hora del toreo y las taquillas de la plaza abren diariamente para la venta de abonos y entradas sueltas. Parece que la esperanza es lo último que se pierde en el seno de la empresa dirigida por Ramón Valencia, que dijo estar “ilusionado y confiado” hace apenas un mes.

En estas semanas, la actualidad taurina no ha tenido a Sevilla como epicentro. El Domingo de Ramos las miradas estaban puestas en Morón de la Frontera, donde un millar de personas acudieron a una plaza aforada al 20%, pues tiene 5.000 localidades. Días después se empezaban a saber detalles de los carteles de otras plazas. En Mérida se darán cita el próximo sábado El Juli, José María Manzanares y Pablo Aguado en una plaza al 50% de su capacidad. La ciudad francesa de Bayona anuncia festejos a finales de julio y a principios de septiembre. Granada mira al Corpus con tres carteles y muchas ganas. Y Córdoba, con la empresa Lances de Futuro al frente, volverá a ser noticia en mayo al programar tres festejos. La Plaza de los Califas fue la única de primera categoría en la que hubo una corrida de toros en 2020. Fue el 12 de octubre. Cinco meses después, si Sevilla no lo remedia, puede volver a abrir la temporada de 2021 en cuanto a plazas grandes se refiere. El resto, por el momento, aplican la sabiduría de los tres monos del santuario japonés de Toshogu: ver, oír y callar.

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