El verbo ganar tiene infinidad de sinónimos: vencer, triunfar, conseguir, llegar, lograr, obtener, alcanzar, conquistar, conseguir, arrasar, arrollar... Y son muchos más los que hay en la lista. Cualquiera de ellos le vale al Almería esta noche frente al Logroñés. El problema es que le han valido también en las semanas previas, pero el equipo de Rubi se ha empeñado en plantarse en la penúltima jornada del campeonato con el play off sin amarrar, a base de fallos en defensa.

Pero al verbo vencer cabría añadirle otro: vencer y convencer. Una victoria ante el cuadro riojano, que llega al Mediterráneo con varias bajas importantes, prácticamente aseguraría jugar el play off de ascenso. Sin embargo, ahí hay que mostrar muchos más argumentos que en toda esta segunda vuelta del campeonato. El Almería tiene que ser otro, más seguro atrás, pero con el mismo descaro en ataque. Es difícil, claro que lo es, pero el conjunto rojiblanco tiene capacidad de ello puesto que lo logró con Gomes en el banquillo durante buena parte de la primera vuelta.

El técnico barcelonés, con un bagaje de un único triunfo, dos empates y una derrota en sus cuatro jornadas en el banquillo almeriense, calificó esta cita como "una final" que hay que "ganar sí o sí", para lo que su equipo, que se ha manejado bien en acciones de ataque, deberá corregir sus errores puntuales en defensa que le han pasado factura.

El Almería tiene la baja de Samú Costa, que en la dolorosa derrota del pasado martes en Cartagena vio la quinta amarilla del tercer ciclo, y está en entredicho la participación de Juan Villar, con problemas físicos desde hace dos semanas, y de Fran Villalba, lesionado el pasado sábado ante el Albacete.

Rubi ha anunciado cambios, con lo que el meta Fernando podría suplir a Makaridze y Akieme a Ivanildo Fernandes en una zaga que completarían Balliu , Maras y Cuenca, antes de concentrarse con España. Además, Petrovic puede volver al centro del campo, como hizo en los primeros partidos del técnico catalán en el banquillo.

La Unión Deportiva Logroñés, por su parte, viaja a Almería en el mejor momento moral desde hace muchas semanas, por haber ganado su último encuentro y por haber salido de los puestos de descenso, y quiere aprovechar esa ilusión para puntuar y dar otro paso hacia la salvación.

Hasta que ganó al Fuenlabrada, el Logroñés había dado signos de debilidad: encajó siete goles ante Leganés y Girona

No obstante, más allá de esa esperanza, el equipo riojano también es consciente de que llega al partido muy limitado -tiene más bajas que nunca en la temporada- y con la idea de que donde se puede jugar de verdad la permanencia es la semana próxima en Las Gaunas.

Hasta que ganó al Fuenlabrada -y también en alguna fase de ese partido- el Logroñés había dado signos de pasar por un momento de debilidad que se tradujo en siete goles en contra en dos partidos, precisamente ante los rivales del Almería por el tercer puesto, Girona y Leganés.

Es decir, en el Mediterráneo el equipo de Logroño tendrá que tratar de mostrar su cara más sólida, con la que cerró el último partido, y dejar atrás las dudas y la falta de convicción que le ponen en evidencia en partidos ante rivales de más calidad.

Y tendrá que hacerlo con una alineación inédita y de circunstancias porque tiene hasta seis bajas, por sanción y lesión, que se han cebado en la defensa titular, en la que contará con Bobadilla o con Clemente, que están entre algodones por sendas lesiones.