liga 1,2,3 | UD Almería-AD Alcorcón

Recuperan el pulso (3-1)

  • Los unionistas se imponen en un choque anodino al Alcorcón, al que meten de lleno en la lucha por el descenso.

  • La situación mejora de forma ostensible, quedándose la salvación a un punto.

Habrán dormido más tranquilos, aunque una hora menos, todos los estamentos de la UD Almería la pasada noche. Con más o menos brillo, un tema altamente susceptible de debate, el equipo de Luis Miguel Ramis consiguió el principal anhelo de la semana. Unos tres puntos que dan muchísimo aire a su equipo, que se coloca a solo uno de salir del pozo. Y viniendo de lo que venimos esto resulta ser hasta positivo. Inmejorable estreno en casa para el tarraconense, que deberá corregir muchos aspectos aún si quiere acabar la liga con una sonrisa. Porque más allá del resultado y de Quique, una vez más levantando al equipo de la lona, pocos detalles positivos puede echarse uno a la boca.

En los últimos tiempos, para mal cardíaco de todo aficionado unionista, el equipo rojiblanco aqueja ese mal endémico que sufre todo mal estudiante. Hasta que no le ve los cuernos al toro no pisa el acelerador. Y es una pena cuando el estudiante tiene capacidad para más, como es el caso de este plantel. Anécdotas al margen, la entidad que preside Alfonso García, que decidió dar un paso al lado esta misma semana, está tentando mucho a la suerte en los años venideros. Salvó la papeleta el curso pasado y veremos si este corre la misma fortuna. Crucemos los dedos. Si lo hace a buen seguro que será por victorias como la de ayer.

En un encuentro anodino supo extraer oro de muy poco. Sin un patrón de juego claro, por más que Ramis se empeñe públicamente de decir a los cuatro vientos que los conceptos están siendo adquiridos, este Almería funciona a fogonazos de talento. Porque, por suerte, tiene, y no poco. Y eso ayer le funcionó. Perdonó Quique superado el cuarto de hora en un centro de Motta, excelso en el carril derecho en labores ofensivas y correcto atrás; para asestar el primer golpe diez minutos después. Lo hizo tras otro pase del italiano, que empaló sin caer un esférico lanzado con elevada precisión, cual Xabi Alonso, por Ramón Azeez. El testarazo de Quique acabó en la red y el equipo se dio un respiro. Sirvió el gol para tranquilizar a los rojiblancos, a los que Ramis pedía calma en estos primeros compases.

No lucía el encuentro por lo que proponían ambos equipos, quedó patente por qué están donde están, más bien por lo contrario. Eso sí, los alfareros tenían una consigna clara. Balón al borde del área, viniese de donde viniese y en la forma que lo hiciera, disparo al arco de Casto. Así consiguieron inquietar Tropi, David Rodríguez y Pablo Pérez. Sin más peligro aparente, murió la primera parte.

Comenzó la UD Almería los segundos cuarenta y cinco minutos con ánimos de buscar la sentencia. Sin embargo, el ex rojiblanco David Rodríguez hizo saltar por los aires esa calma tensa. Tras un despeje fatídico de Puertas, que dejó el balón inerte en el área pequeña para que un devorador como el talaverano fusilase a bocajarro a Casto, que nada pudo hacer.

Quedaban veinticinco minutos para remediar un empate que sabía a tragedia. De forma sorprendente, un minuto después, Quique se volvió a poner la capa. Cabeceó de forma sublime un balón exquisito servido por la zurda de Fidel. Una reacción pluscuamperfecta que permitió al conjunto de Ramis volver a correr con el viento a favor. Y en ese contexto se mueve mejor. De ahí hasta el final no dio sensación de inquietud el Alcorcón, lo que llama la atención visto lo que se jugaba. En el añadido, Uche ganó un balón para arriba para que Corona buscase en profundidad a Quique, en clara posición antirreglamentaria, para que éste le diese a placer el gol a Puertas para que el benaducense pusiera el punto final. Vencieron los almerienses sí, pero difícilmente se encontrarán de aquí al final rivales con menos argumentos que los alfareros. Una impresión que invita a poner en cuarentena, a falta de más victorias, estos tres puntos.

Sea como fuere, con buenas vibraciones es más sencillo volver al trabajo y creer que la misión es posible. Echando un ojo a la clasificación la situación también mejora de forma ostensible. Pese a la sorpresiva victoria del Nástic en Zorrilla, la permanencia se pone a un punto. Corte que marca el Rayo Vallecano, equipo al que se le tiene ganado el average, vislumbrando un hipotético empate a puntos al final del curso. Es decir, el panorama está mucho más benévolo que ayer a las seis de la tarde. Y eso ya es mucho.

Se ganó una batalla, pero queda mucha guerra. Aún quedan once finales y mucho que sufrir. Sería conveniente preparar los desfibriladores porque justo en siete días la UD Almería tiene otro partido a tumba abierta en el que las medias tintas no valen. Esperará el Nástic, también subido en la cresta de la ola. Otra oportunidad para dar un paso enorme hacia la permanencia.

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