UD Almería

¿Tener fe en el Almería o resignarse?

Balliu, quién si no, felicitando y motivando a Villar ante el Fuenlabrada. Ese 3-0 hoy sería oro.

Balliu, quién si no, felicitando y motivando a Villar ante el Fuenlabrada. Ese 3-0 hoy sería oro. / Javier Alonso

Posiblemente sea hacerse trampas al solitario porque el equipo no invita a creer en él. Pero una vez llegados a este punto, a tres partidos del ascenso, no queda otra que mantener la fe y confiar en que algún día puede sonar la flauta. Está claro que para encontrar la suerte, primero hay que buscarla. El Almería lleva desde el comienzo de la segunda vuelta del campeonato sin cumplir esta premisa, por lo que no queda otra que aferrarse a algún clavo ardiendo para confiar en que se le puede dar la vuelta a la eliminatoria.

Futbolísticamente no hay ni clavos ni tornillos. El Girona ha demostrado ser mucho mejor equipo y tener una gallardía que no se compra a base de talonario. Es que el Almería no chutó a puerta ni una sola vez en Montilivi y ahora necesita hacer mínimo tres goles, puesto que la estadística indica que va a encajar alguno, y entonces habría que ganar con una diferencia de cuatro. Hay que buscar otras alternativas a simple teoría.

Queda aferrarse a la épica, al espíritu incontrolable y la pasión de un deporte en el que por suerte, no siempre ganan los mejores. Desde que terminara el choque en Gerona, los mensajes de creer en la remontada se han ido soltando con la boca chica. No hay ni ganas de ilusionarse, puesto que los últimos chascos son dolorosos. Sin ir más lejos, la pasada temporada. Un Almería peor que el actual y un Girona mejor, disputaron una eliminatoria más igualada. ¿Y si...?

Las estadísticas tampoco invitan demasiado al optimismo, pero hay por ahí algunos resultados con los que, bueno, se puede soñar. Esta temporada, el Almería ha cosechado tres resultados que le valdrían: 3-0 al Fuenlabrada, 0-3 en La Rosaleda y la manita copera al Alavés. También hubo un 4-1 al Lugo, pero éste no valdría. ¿Y si el Girona viniera tan confiado como tras la Navidad el Alavés...?

Si uno hecha mano a la historia, habría que remontarse muchos años atrás para ver a un Almería que remontara un marcador similar en una promoción de ascenso. Pero por lo menos, algún ejemplo hay. El más cercano ocurrió en el verano del 2000, con el Almería Club de Fútbol de protagonista. Los rojiblancos habían perdido 3-0 en Plasencia en el primer partido de la promoción de ascenso a Segunda División B. Entonces, estas fases eran por grupo y los de José María Salmerón tenían que remontar ante el cuadro extremeño, además de superar posteriormente a San Fernando y Puertollano. Lo hicieron: en el Juan Rojas vencieron por 5-1 a los placentinos (con una obra de arte final de Antoñito en forma de vaselina) y acabaron en Segunda B en una agónica última jornada disputada en tierras castellano-manchegas. ¿Y si este sábado se diera otro de estos capotazos de la Virgen del Mar...?

Y como de un ejemplo al final surge otro, el mejor tiene como protagonistas precisamente al Girona y a un exjugador de este Almería Club de Fútbol: Ranko Popovic. En el ascenso a Primera en la temporada 2014-15, el Zaragoza ya le levantó un 0-3 que el equipo gerundense habría logrado en La Romareda. Los maños lograron un histórico 1-4 en Montilivi, que todavía hoy hacer dudar en tierras catalanas de que todo esté hecho en estas semifinales de la promoción de ascenso a Primera ante el Almería. Pero claro, hace falta el carácter, el tesón, la entrega, la garra y el amor a los colores como los que tenía Popovic. ¿Y si el Almería se lo cree?

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