La Unión Deportiva Almería volvió esta tarde a los entrenamientos. Lo hizo en el campo anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos, en sesión vespertina como cada año, y ante alguna decena de espectadores que llevaron a sus niños, aprovechando las vacaciones escolares. Fue una tarde más para recuperar sensaciones que para meter carga de trabajo.

El cuerpo técnico rojiblanco, comandado por Fran Fernández, planificó una sesión de trabajo suave, para desengrasar la musculatura después de una semana de descanso. Los almerienses se marcharon de vacaciones el pasado sábado 22, después del empate a dos goles en el Martínez Valero de Elche, y desde entonces han desconectado del balón tras una primera parte del campeonato en la que el equipo ha rendido a gran nivel, después de varias temporadas en las que el Almería ya llegaba con el agua al cuello al parón navideño. En esta ocasión, sin embargo los almerienses están en mitad de la tabla, ocho puntos por encima de la zona de descenso y a siete de los puestos de promoción de ascenso. Es decir, todo marcha mejor de lo esperado por aficionados y algunos miembros del club.

La gran virtud de este equipo es la capacidad de sacrificio que tiene, apoyado en un físico bien trabajado desde pretemporada. Por eso, estas primeras sesiones tras las vacaciones son importantes. El Almería se está caracterizando por la presión y la intensidad que le mete a los partidos, para lo cual los jugadores tienen que estar en su peso y tener un fondo físico importante. Lo normal es que todos los futbolistas hayan vuelto más o menos en las mismas condiciones en las que se fueron, puesto que la alimentación suele estar bien controlada, pero si ha habido algún mantecado de más, hay una semana por delante para quemarlo.

Las caras son las mismas que las de comienzo de temporada, pues el club se toma con tranquilidad el mercado invernal

Siete días tienen por delante los jugadores de Fran Fernández, con descanso mañana día 1, para ponerse a punto de cara al encuentro frente al Mallorca. Los bermellones están siendo una de las revelaciones de la Liga, después de hacer regresado a la categoría este año. El partido será una buena piedra de toque para los rojiblancos, que tienen que seguir sumando para alcanzar cuanto antes los 50 que aseguren la salvación [aunque este año posiblemente cambiarán las cifras por la complicada situación del Reus], y poder soñar así con algo con lo que ilusionar a la afición.

Precisamente uno de los propósitos del club para el año nuevo es recuperar a muchos de los aficionados perdidos. El número de asistentes al Mediterráneo no es el esperado, como bien ha dicho el míster y algunos jugadores en las ruedas de prensa, y confían en que vuelvan en 2019 en esta temporada en la que se está disfrutando más que sufriendo.