Chirino, Luna y el necesario ajuste en el carril diestro del Almería

Es un hecho que la defensa de la Unión Deportiva Almería ha mejorado exponencialmente en las últimas jornadas. Desde el 3-1 encajado en la visita al José Zorrilla de Valladolid, con dosis de mala fortuna, el equipo encajó un tanto ante Sporting y Deportivo y dejó la portería a cero en Las Palmas. Esa solidez de la que Rubi hablaba ya se palpa gracias a los ajustes que el entrenador ha ido introduciendo en la alineación titular. Uno de los más significativos fue apostar por la veteranía y experiencia de Álex Muñoz en el carril zurdo en detrimento de Álex Centelles. El alicantino sabe bien cuándo proyectarse en ataque y cuándo guardar la ropa, lo que dota de equilibrio a la retaguardia. A eso le suma su facilidad para colgar balones al área cuando llega a zona de tres cuartos de campo, siendo ya el máximo asistente del plantel con tres pases de gol.

El cambio más significativo, no obstante, vino en en el eje con la decidida apuesta por la dupla Nelson Monte-Federico Bonini. La campaña arrancó con Chumi como titular, hombre de la confianza del técnico catalán. Una lesión de tobillo del gallego, unida a la recuperación del portugués de un problema también en el tobillo que le impidió realizar la pretemporada al uso, así como la esperada irrupción del italiano, motivaron que los dos últimos hayan ido asentándose, levantando un muro en su parcela. Ambos se complementan a la perfección, van bien en el juego áreo tanto en el plano defensivo como en el ofensivo (Bonini estrenaba en Riazor su cuenta anotadora) y son expeditivos, cualidad inherente a todo buen central. Desde Ely-Babic no se veía una pareja de semejantes prestaciones en la UDA.

Pero el sistema defensivo rojiblanco sigue manteniendo un flanco débil, un agujero negroque los rivales ya han detectado y procuran explotar jornada tras jornada. Hablamos del lateral diestro. En esa demarcación el equipo cuenta con dos perfiles muy parecidos, ya que tanto Daijiro Chirino como Marcos Luna tienen una acusada vocación ofensiva. El lateral zaragozano empezó jugando de inicio las primeras jornadas, pero en las últimas parece que el de Curazao le ha comido la tostada, siendo el elegido para la formación titular. Teniendo ambos un potencial de crecimiento grande, ninguno de los dos acaba de convencer en el balance defensivo. A Chirino le cuesta horrores encimar su marca y a veces defiende con la mirada, algo que penaliza mucho en una categoría como Segunda, donde la atención a las vigilancias no puede escatimarse.

Subsanar esa autovía

En la visita a La Coruña pudieron visualizarse estos males. Es cierto que Yeremay se saca de la chistera un lanzamiento imposible de atajar, pero sí era posible haber hecho más por evitar que cargase la pierna con tan suma facilidad. El extremo deportivista buscó el vértice del área, tiró un sencillo recorte que sacó a Chirino de la ecuación con una facilidad pasmosa y marcó. Para frenar la autovía que Rubi ya veía en ese costado introdujo a Luna en el campo doblando el lateral diestro, con el zaragozano por delante del curazoleño, pero el peligro siguió llegando por ahí. Dio la sensación de que para próximas pruebas Luna puede ofrecer mayores garantías jugando por detrás. Chirino fue otra gran apuesta del club para obtener un reporte futuro con un gran traspaso, pero tiene que aclimatarse a un sistema de juego muy diferente al que empleaba el Castellón, donde muchas veces jugaba protegido por tres centrales, con mayor libertad para proyectarse al ataque, y sobre todo con mayores ayudas del extremo, que en la UDA no se producen con tanta asiduidad.

En el mejor de los casos solo será cuestión de tiempo porque el centro del campo empieza también a socorrer más de lo acostumbrado las bandas ante las acometidas del rival. Pero atajar este problema es algo sobre lo que el cuerpo técnico está trabajando y para ciertos escenarios existe la opción de emplear a Chumi como carrilero diestro, algo que Rubi ya ha explorado otras veces. En cualquier caso lo primordial será que tanto Chirino como Luna adquieran los mecanismos necesarios para minimizar los defectos observados y potenciar sus muchas virtudes.