Los tres puntos del pasado sábado ante el Deportivo de La Coruña sanaron parte de los problemas rojiblancos. Aunque no hay que echar las campanas al vuelo después de seis semanas en las que el Almería ha mostrado su peor cara de la temporada, al grupo sí que se le vio psicológicamente recuperado. Además, la actitud sobre el terreno de juego fue bien distinta a la de la mala racha, que todos esperan haber dejado atrás.

La bola se fue haciendo grande, muy grande desde el partido de Soria y todo lo que conllevó la posterior rueda de prensa. El equipo se metió en una espiral de la que no sabía salir. Era incapaz de mostrar su calidad, de exhibir todas las virtudes que le habían llevado a recuperar el liderato hace unas semanas y demostrar que si al Cádiz y al Zaragoza se les aprieta, el ascenso todavía no está decidido. Psicológicamente, el espaldarazo de los tres puntos es muy importante, pero toca haberlo bueno el próximo domingo a las 12:00 en Albacete.

En lo que también sana el grupo es en lo físico. De los cuatro lesionados de media-larga duración, dos están cerca de volver. Coric estuvo ayer trabajando con toda normalidad y puede recibir el alta médica en los próximos días. Lazo, lesionado en vísperas de la visita al Cádiz, sigue al margen, aunque hace trabajo de campo con balón, y a lo largo de la semana podría integrarse con el grupo.

Sivera y Jonathan no estuvieron el sábado por problemas en el cuello y gastroenteritis

Los que tendrán que esperar un poco más son Ibiza y Petrovic, cuyas recuperaciones requieren de un tiempo mayor. El central puede tener el alta médica, no la competitiva, a mediados de este mes, después de seis meses de baja. El centrocampista, por su parte, continúa con su recuperación, pero aún habrá que esperar para verlo con el grupo.

Los que también vuelven son Sivera y Jonathan, que sufrieron unos percances en la previa del partido del sábado y tuvieron que caerse de la convocatoria.