El bar Romera se ha convertido es uno de los espacios donde se concentra gran parte de la actividad de ocio de la universidad de Almería. Hasta estas instalaciones acuden a diario centenares de alumnos, profesores... del campus a tomarse una tapa o almorzar. Este negocio de carácter familiar es regentado por Miguel Romera Castillo, que tomó el testigo de sus padres, que fueron los que abrieron este bar hace ya 40 años. Al abrir sus puertas no existía la universidad, por lo que el bar Romera ha sido testigo de excepción de la instauración del campus y su posterior desarrollo. Un crecimiento al que también se ha adaptado este establecimiento que ha ampliado sus instalaciones siguiendo el ritmo de la propia universidad.

La oferta gastronómica de este bar se adapta a los gustos de todos los estudiantes, como asegura Miguel Romera que "disponemos de una amplia carta". Junto a algunos bocatas y platos combinados, pastas y los platos tradicionales de cuchara (migas, trigo, berza...), ahora en la carta también hay menús para celiacos y hasta propuestas para vegetarianos.

"Tenemos que realizar nuevas aportaciones culinarias y cumplir con las peticiones de nuestros jóvenes", ha matizado Romera, quien ha añadido: "También en desayunos disponemos de una amplia oferta de leches sin lactosa".

Son muchos años sirviendo a la comunidad universitaria y en este tiempo Romera señala que los recuerdos se amontonan. Los buenos siempre hacen dejar a un lado los malos, pero Miguel no olvida el trabajo y esfuerzo que sus padres realizaron para que este bar siguiera adelante y no tener que cerrar sus puertas a consecuencia de previstas expropiaciones. "Aquello queda en la memoria pero ahora lo que tenemos es que mirar hacia adelante y disfrutar de nuestra clientela, los jóvenes que son agradecidos y buenos".