La reforma universitaria que el Gobierno Central quiere poner en marcha en el sistema universitario español es rechazada por toda la comunidad de la UAL. Tanto desde la dirección de la Universidad de Almería como de los representantes de los estudiantes se ve con temor la reforma que haría que pueda haber grados universitarios de tres cursos de duración y másteres de dos cursos, de forma que se implante la fórmula de 3+2.

La razón principal que ofrece el ejecutivo de Mariano Rajoy para implantar esta reforma es que supone la adaptación del sistema universitario español a la realidad de toda la Unión Europea, donde hay más flexibilidad a la hora de que cada universidad decida si sus grados son de tres o cuatro cursos académicos y que los másteres puedan ser de uno o dos cursos.

Sin embargo, casi toda la oposición política de ámbito nacional y la Junta de Andalucía ya han expresado su rechazo a este cambio en las normas. Una valoración negativa que también se hace desde las organizaciones de estudiantes a nivel estatal y regional.

El Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert; aprobaba el viernes pasado el decreto por el que se modifica la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. El argumento es que en el proceso de adaptación de sus sistemas de educación superior a Bolonia, la mayor parte de los países adoptaron un sistema flexible mediante el cual las titulaciones de Grado pueden tener entre 180 y 240 créditos y las de Máster entre 60 y 120 créditos. Por tanto, en la mayoría de los países europeos conviven Grados de 3, 4 y más años de duración y Máster de 1 y 2 años. Por el contrario, España adoptó un sistema rígido, según el cual, los Grados tienen 240 créditos y el Máster 60. Esto supone 4 años de Grado y 1 de Máster, contra el criterio de quienes pedían entonces la flexibilidad que este decreto establece.

El decreto establece que serán las propias universidades -dentro del marco de su autonomía- las que decidan qué Grados se pueden reducir a 180 créditos. Por lo tanto, es un sistema voluntario para el cual no se ha establecido ningún plazo. Ese es el razonamiento del Gobierno Central, que incide en que se trata de facilitar que las universidades que quieran puedan implantar esta opción de forma gradual, y no de imponer un cambio de modelo.

Ayer mismo, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup) abogaba por impulsar un diálogo con los rectores, a través de la creación de un Foro Estatal de Política Universitaria, para "minimizar" los efectos "perjudiciales" de flexibilizar la duración de los grados. Así lo señalaba el presidente de la Creup, Luis Cereijo, en una rueda de prensa para mostrar el rechazo de los universitarios al real decreto por el que se modifica la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, y tras una asamblea extraordinaria de estudiantes celebrada por la mañana.

El representante de los estudiantes considera que "se debe crear ese foro, en el que no participaría el Ministerio de Educación, para plantear cómo implantar el decreto 3 más 2; y porque los intereses del Gobierno son electoralistas y cortoplacistas y el nuevo decreto se ha aprobado con imposición, improvisación y exclusión". Ha calificado de "populismo" el que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, haya dicho que las familias van a ahorrar dinero con los grados de 3 años en lugar de los de 4 años, y ha destacado que lo que se reducirá será "el nivel de formación" de los universitarios. Ha argumentado que "no es cierto que se vaya a reducir el coste porque con tres años nadie piensa que pueda ser competitivo frente a titulados de cuatro, cinco y seis años". Hoy la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, preside una reunión con los rectores en el seno del Consejo Andaluz de Universidades, organismo que en una sesión de urgencia tratará este tema de la reordenación del sistema universitario. La presidenta de la administración autonómica ya ha anunciado que propondrá su no aplicación, al quedar esta decisión con carácter voluntario.