-¿piensa que fue un acierto introducir las prácticas curriculares en el programa formativo de los grados y másteres?

-Las prácticas curriculares forman parte del plan de estudios de cada titulación y la Universidad de Almería ha decidido que sean obligatorias, con lo que deben hacerse necesariamente para poder obtener el título correspondiente. El Espacio Europeo de Educación superior supone un proceso de cambio orientado hacia la consecución, entre otros, de dos objetivos estratégicos: el incremento del empleo y la transformación del sistema universitario europeo en un polo de atracción de estudiantes del mundo, en un referente de calidad que pueda competir frente a las Universidades de Norte América y las de Asia. Tanto en un objetivo como en otro el desarrollo de prácticas en empresas tiene una gran importancia pues, de un lado, resulta claro que inciden de forma importante en el aumento de la empleabilidad de los titulados y, de otro, hace más atractivo el sistema universitario, al que tradicionalmente se la ha achacado cierto alejamiento de la sociedad.

-¿Ha resultado complejo ajustar y lograr prácticas curriculares para todas las ramas académicas?

-La Universidad de Almería, de manera acertada, ha centralizado la gestión de las prácticas en el Servicio de Empleo quien, con la Fundación de la Universidad, ha hecho una importante labor sensibilizando al tejido productivo, haciendo ver la importancia que tiene reclutar a personas con formación universitaria en un mundo laboral tan cambiante.

-¿Ha habido implicación de todo el sector productivo?

-Sí ha habido implicación de todos los sectores de la sociedad en el desarrollo de las prácticas de los estudiantes. Hemos conseguido la implicación de empresas, entidades y administraciones públicas. Han asumido que para contar con profesionales cualificados deben colaborar en la formación de los futuros titulados.

-¿Piensa que los empresarios han cambiado su concepción de las prácticas y éstas dan cada vez más peso en el currículum?

-Creo que los empresarios valoran muy positivamente la estancia de los estudiantes en prácticas. Vivimos en un contexto en el que se producen cambios muy rápidos. La evolución de las nuevas tecnologías en el ámbito empresarial ha supuesto una revolución en las formas de producir, de gestionar y de comercializar los productos y servicios. Los empresarios son conscientes de que necesitan personas muy dinámicas con capacidad de adaptación a los cambios. Este es el perfil de las personas con formación universitaria. Durante la realización de las prácticas, el empresario, con una mínima inversión, valora si el estudiante se adapta al modelo de gestión de la empresa y se integra en el equipo de trabajo de la misma con facilidad.

-Otro aspecto importante de las prácticas es la remuneración y la duración, ¿piensa que es un aspecto que debe mejorar?

-No hay que entender la ayuda económica que dan las empresas a los estudiantes en prácticas como una remuneración por un trabajo realizado o por la prestación de un servicio, sino como una pequeña cuantía que contribuya a sufragar los gastos del estudiante y las prácticas tienen que ser concebidas por parte del estudiante como una oportunidad de aprender y de aplicar los conocimientos adquiridos durante la formación académica. En cuanto a la duración, las prácticas curriculares tienen la duración que establece el plan de estudios de cada título, unos dos meses de media y las extracurriculares tienen una duración de seis meses máximo, salvo que haya un compromiso por parte de la empresa de hacer al estudiante en prácticas un contrato de 6 meses mínimo. En este caso se podría ampliar el periodo de prácticas a 9 meses. Creo que es razonable para que el alumno desarrolle una serie de competencias durante la realización de las mismas.

-Para finalizar, ¿se puede y se debe mejorar aún más en este camino?

-Todo en la vida es susceptible de mejora. Hemos cubierto una etapa garantizando que todos los estudiantes de la Universidad de Almería tengan la posibilidad de hacer prácticas y ahora toca profundizar a nivel cualitativo para perfeccionar los distintos programas de prácticas, garantizando que cumplan la función de posibilitar al estudiante la adquisición de competencias demandadas por el mercado laboral. Por lo que tendremos que supervisar más detenidamente las actividades que realizan los estudiantes en las empresas y entidades de cara a que tengan la máxima calidad.