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Bar MaRobles, 60 años de gastronomía almeriense y los mejores chérigans

  • Este negocio ubicado en el número 54 de la calle Estadio ofrece en la actualidad más de 80 tapas con una cocina de antaño que también se ha renovado a los nuevos tiempos

  • Fue el establecimiento pionero en instaurar los desayunos saludables hace más de un lustro

María del Mar robles (en el centro) junto a parte de su plantilla.

María del Mar robles (en el centro) junto a parte de su plantilla. / Javi Alonso

60 años son los que avalan a uno de los establecimientos hosteleros más conocidos de El Zapillo y de la capital almeriense. Hablamos del Bar Robles (ahora rebautizado como como MaRobles). Fue en la citada década de los 60 cuando comenzó la aventura de este negocio ubicado en el número 54 de la calle Estadio. Eduardo Robles Hernández y Francisca Gómez, abuelos de la actual gerente -María del Mar Robles- abrieron este bar en uno de los barrios más transitados de la ciudad. "Después de mis abuelos continuaron mis padres, Eduardo Robles Gómez y Manuela Sánchez, y ahora llevamos el negocio mi marido, Manuel Romero, y yo. Somos la tercera generación", comenta orgullosa la propietaria de esta cafetería que se ha ganado, a base de trabajo, esfuerzo y mucha dedicación, ser uno de los negocios más visitados por los amantes de la hostelería. 

Los inicios, recuerda María del Mar Robles, fueron en torno a una de las tapas estrella del local. "Cuando mis padres cogieron el negocio, en Almería era muy típico el chérigan. Nosotros lo adaptamos en bollito, con muchos ingredientes y una gran variedad de los mismos. Fue en 1986 cuando lo instauramos por primera vez y hasta la actualidad los seguimos haciendo". Más tarde, sigue recordando la actual propietaria, "decidimos darle un aire nuevo e innovar con otras variedades de tapas. Hace siete años incorporamos las tapas veganas y vegetarianas, las cuales han tenido mucho éxito. También introducimos platos para celiacos  porque se demandaba mucho. La verdad es que ha gustado bastante y han tenido éxito". 

María del Mar Robles junto a su padre Eduardo Robles Gómez. María del Mar Robles junto a su padre Eduardo Robles Gómez.

María del Mar Robles junto a su padre Eduardo Robles Gómez. / Javi Alonso

Pero no solo en el almuerzo y cena queda la gran variedad, con hasta 80 tapas, del Bar Robles. "Hace unos años innovamos con el desayuno saludable. En aquella época no existía en Almería. Tenemos distintas variedades de zumos naturales, varias clases de tés, distintos panes, mermeladas caseras...estos desayunos también han tenido muy buena acogida. Podemos decir, orgullosos, que fuimos los pioneros en Almería y a partir de ahí se sumaron otros negocios". Y es que, recordemos, este negocio abre sus puertas a las 07:30 horas y apaga sus fogones a las 00:00 de la noche (ahora a las 18:00 horas por el nuevo toque de queda).

Entre sus platos más conocidos y demandados están los que tienen un toque almeriense. "Los fines de semana hacemos gachas, migas, trigo, ensaladilla rusa casera y arroz. También hacemos ajopollo". Y es que este establecimiento ha optado por mantener las raíces en torno a las cuales comenzó su andadura hace seis décadas. "Todos los días, en nuestro menú, ponemos un plato casero almeriense". Junto a esto, además, Bar Robles también oferta comidas por encargo. Desde arroz (con bogavante, con pulpo o con pota negra) hasta rabo de toro. 

Las migas son una de las especialidades del establecimiento. Las migas son una de las especialidades del establecimiento.

Las migas son una de las especialidades del establecimiento. / Javi Alonso

Este sabor añejo de antaño y esa cocina casera tradicional se entremezcla con tapas renovadas de lo más suculentas. Entre ellas encontramos las lágrimas de pollo panko con sésamo negro y salsa de yogurt , el secreto ibérico a baja temperatura a la naranja y mostaza antigua o las patatas roro con dos salsas. "Actualmente tenemos más de 80 tapas. Además, por el lugar donde nos encontramos, el pescado fresco a diario no falta en las mesas", indica María del Mar Robles. Todo ello acompañado de los mejores vinos con una carta que supera las 30 variedades. Y, por supuesto, los mejores postres caseros

Situación actual

Este negocio familiar, al igual que el resto de establecimientos hosteleros, se ha visto mermado por la actual crisis sanitaria que atravesamos. "Hemos tenido que reducir nuestro aforo, que estaba en 100 personas, a prácticamente la mitad. Gracias a Dios hemos ampliado la terraza y eso ha sido muy importante", comenta la gerente quien indica además que "actualmente tenemos a diez personas en plantilla. Hemos tenido que tirar de préstamos para pagar sus sueldos estos meses atrás, con la situación de ERTE. Sin embargo, hay mucha incertidumbre porque no se sabe cómo va a transcurrir la situación próximamente".

Todos los trabajadores, insiste María del Mar Robles, "son de nuestra total confianza y son parte de nuestra familia. Muchos de ellos llevan entre 15 y 20 años trabajando con nosotros. Ya son uno más y sienten este negocio como parte suya". Esta es una de las claves sin duda del éxito de este establecimiento, pero no la única. "Por suerte, dentro de la situación tan mala que tenemos, podemos decir que nos mantenemos. Viene mucha gente de fuera al bar a comer, incluso extranjeros durante la época de verano. Las comidas por encargo también funcionan muy bien y, por ahora, no tenemos reparto a domicilio pero igual nos lo planteamos para más adelante". La calidad de los productos, la limpieza y desinfección diaria, el buen trato del personal y, por supuesto, la buena gastronomía son las claves de que Bar MaRobles sea uno de los negocios más concurridos de la ciudad y siga creciendo tras más de 60 años de actividad.

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