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Los siete balcones de Canjáyar

  • La ruta de los miradores se puede realizar en una hora y medio y cuenta con tres kilómetros de recorrido aproximadamente

  • Se divisan distintos paisajes como el desierto, la sierra y los frutales

Desde el mirador de María Cristina se puede disfrutar de las vistas del Paraje de Nieles.

Desde el mirador de María Cristina se puede disfrutar de las vistas del Paraje de Nieles.

Sobre los rincones más altos de Canjáyar se otea el horizonte. El desierto, los árboles frutales y la sierra son algunas de las vistas que embellecen las vistas de este pueblo alpujarreño. A través de una ruta por sus siete miradores, los visitantes pueden apreciar la riqueza paisajística que ofrece la provincia de Almería.

Uno de los miradores con más enjundia es que lleva el nombre de Manuel del Águila. "Anteriormente, había una fortaleza árabe que protegía a los ciudadanos de la zona. Lo rodeaban las casas y cuevas de la gente que vivía en el lugar", explica el alcalde de Canjáyar, Francisco Alonso. Desde este balcón, se ve el Valle del Andarax y en el propio espacio hay un monolito en homenaje a Manuel del Águila, que fue el encargado de componer el himno sobre la Santa Cruz de Canjáyar.

Manuel del Águila da nombre a uno de los miradores por su relación con el pueblo

El mirador de María Cristina tiene la singularidad que está a la espalda de las faldas de Sierra Nevada, se aprecia el paraje de Nieles y se divisa Padules. "Estaba abandonado y el Ayuntamiento lo hormigonó, iluminó, le puso una fuente de agua...".

El cantón de Buenavista y el de Pizarro tienen la singularidad que no son miradores al uso, sino que provienen de calles que se hacían entre las casas y los balates. Es una zona peatonal donde se puede disfrutar de las vistas del Valle de Canjáyar, Ohanes, el río y los bosques de olivos.

El Valle de Ohanes se disfruta desde el mirador Salsipuedes, donde cuenta con un banco y farolas, y es una de las paradas que sirven para reponer energías.

El balcón más céntrico es el de la Balsa de la Pará. Se ubica dentro de la zona de expansión del municipio y se ve todo el pueblo, el cerro de San Blas, arboleda, eucaliptos...

El Cerro de los Pollos es otro de los rincones para otear las vistas que tiene Canjáyar. "Supone el acceso a una explanada donde está el helipuerto, también está la Almazara Vega del Andarax y se puede divisar casi toda la sierra Gádor hasta Alhama y Padules. En 2017, arreglamos este mirador gracias a una subvención del PFEA.

Esta ruta se puede realizar en una hora y media y cuenta con tres kilómetros aproximadamente. Desde los puntos más altos se puede apreciar la gran variedad paisajística de la zona. Va desde el desierto hasta los valles de limones, naranjas y olivos, pasando por la sierra. "Es una delicia para los visitantes, y está aderezado por nuestra gastronomía, nuestros dulces como son los merengues y el contacto con nuestra gente que es muy hospitalaria".

El alcalde asegura que los miradores "son accesibles para todas las personas, aunque hay una cuesta más empinada porque está prácticamente en un cerro".

Alonso invita a recorrer estos y otros rincones del municipio: "Tenemos la ruta de las fuentes, la de la uva con su museo, la ruta del Sueño de Juan Matías y el Museo a cielo abierto que se puede ver por las calles del pueblo".

Estos miradores suponen los verdaderos balcones donde asomarse a respirar la verdadera naturaleza.

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