Almería y sus personajes I Antonio Antón Batiste (médico internista jubilado)

“El Camino de Santiago ayuda a conocerte y a conocer gente”

  • Fue inspector de Aduanas unos años y ejerció la Medicina de 1976 hasta su jubilación en 2015

  • Es un auténtico ‘forofo’ de la ruta jacobea

El Dr. Antonio Antón en su primer Camino de Santiago, que realizó nada más jubilarse, en 2015.

El Dr. Antonio Antón en su primer Camino de Santiago, que realizó nada más jubilarse, en 2015.

Conocí al dr. Antonio Antón en el que fue nuestro primer Camino de Santiago, en 2015. Fue una amistad tardía pero sincera. Él me ‘obligó’ a organizar un segundo Camino, en 2019; y me promete que, tras hacer el tercero en abril de 2022, no me presionará más para repetir aventura, porque... eso es el Camino.

–Un desafío, una aventura, una hazaña, un conocimiento propio y ajeno. ¿Qué más?

–Pues esas palabras definen perfectamente, a mi juicio, lo que es el Camino de Santiago que tú y yo descubrimos juntos. Para mí ha sido una experiencia que ha marcado mi vida, mi familia, mis amistades. En julio de 2015 acababa de jubilarme y tu hermano, compañero mío internista en Torrecárdenas, me dijo que lo ibais a hacer un grupo. No me lo pensé dos veces y me apunté... en buena hora.

–No conozco a nadie a quien el Camino haya defraudado...

–Ha sido la experiencia más satisfactoria de mi vida. El Camino es un museo de arte románico al aire libre, un contacto de tú a tú con la naturaleza, una instrospección que te ayuda a conocerte a ti y a tus compañeros de ruta y a acercarte más a Dios. Casi todos los que hicimos aquel primer Camino repetimos cuatro años después y vamos al tercero.

"En el Camino se conoce a gente con la que nunca pierdes el contacto; sucede algo difícil de explicar”

–¡Que me lo digan a mí!

–Alguien tiene que organizar estas cosas y sí, te ha tocado a ti que eres quien mejor lo hace, quizá por tus 39 años en la docencia organizando viajes y actividades extraescolares. Nuestro primer Camino fue el Francés, luego el del Norte y el próximo, el Sanabrés. Cuarenta peregrinos en cada uno que no hemos perdido el contacto ni con covid de por medio. En estas entremedias yo hice uno con mi hijo y al segundo vino también mi hija Cristina. Ella vive en Valencia pero ya me lo ha advertido: “¡Papá, no se os ocurra ir sin mí!”

–¡¡Buen Camino!!

–Es el saludo peregrino que retumba en mis oídos todos los días. Si las personas nos portásemos siempre como en él, el mundo sería mucho mejor. Gracias a él he hecho medio centenar de amistades nuevas y he conocido mejor a mis propios hijos.

–Bueno, vamos a aterrizar en tus 40 años de médico...

–La Medicina ha sido mi vocación desde niño. Pero por temas familiares, tuve que presentarme a unas oposiciones de Inspección de Aduanas, las saqué y debí irme a Barcelona unos años. Por inexperiencia me sucedió algo que me reafirmó en que lo mío era la Medicina. Un armador me presentó los papeles para sacar su barco del puerto de Barcelona y vi que no eran correctos. Se lo dije, me los cogió, vi que trasteó algo , me los devuelve y me dice: “A ver si ahora están bien”. Los abrí vi que había dentro un billete de cinco mil pesetas... de 1970. Di parte el inspector jefe y ¡la que se pudo armar!

"Por cuestiones de vecindad aprendí el noruego, soy uno de los poquísmos españoles que lo hablan bien”

–Hasta que cambias la Aduana por el Hospital...

–Estudié Medicina en Madrid y el mismo día que me colegié con el número 1.158, mi padre murió. Era el año 1976. La vida se las gasta así. Yo vivía en Granada pero allí había demasiados médicos y me vine a Almería, donde nací. Poco después conocí a otra médica, Rosario Bueso, con la que me casé y ya me instalé definitivamente en Almería. Hace de aquello más de 40 años.

–Pues también has sido peregrino en destinos médicos...

–¡Ja, ja, ja! Es cierto, he trabajado en la Bola Azul, Hospital Provincial, Casa de Socorro, Torrecárdenas, clínicas Mediterráneo y Virgen del Mar y Cruz Roja en mis 40 años de profesión.

–Det er flott á hore fra deg igjen, takk som alltid for din venlighet.

–’¡Qué alegría tener noticias tuyas, querido amigo!’ Es noruego, idioma que aprendí por unos vecinos de Retamar que me iniciaron en él. Creo que en Almería no lo habla nadie más. Bueno, se lo enseñé a tu hermano pero desde que me jubilé no lo practica; se le habrá olvidado. Tardé cinco años en hablarlo. Sólo 4’5millones de personas lo hablan.

En Torrecárdenas, su último destino, con un grupo de sanitarias. En Torrecárdenas, su último destino, con un grupo de sanitarias.

En Torrecárdenas, su último destino, con un grupo de sanitarias.

–¿Qué te pasó con aquel gitano?

–¡Ja, ja, ja! Llega a la consulta y me dice que tiene sudores y palpitaciones. Le hice una revisión en profundidad y el hombre estaba perfectamente. Se lo digo y me explica:“Doctor, quizá sea porque soy gitano y trabajo de enterrador”. El diagnóstico: “Cambie usted de trabajo”

–¡¡Buen Camino, doctor!!

–¡¡Buen Camino, amigo!!

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