Festival de Teatro de El Ejido

El Conservatorio de Danza vuelve a la estética del siglo XVIII

  • Los bailarines representaron la obra ‘Mixolidias’ en el Auditorio Municipal de El Ejido

  • La primera parte fue un resumen con la reposición de piezas del espectáculo del año pasado

El Conservatorio de Danza vuelve a la estética del siglo XVIII.

El Conservatorio de Danza vuelve a la estética del siglo XVIII. / Javier Alonso.

Un espectáculo de baile que viajó por la estética del siglo XVIII y donde se pudo sentir un gran romanticismo en cada movimiento de las bailarinas. El Conservatorio de Danza Kina Jiménez de Almería representó Mixolidias en el Auditorio Municipal de El Ejido.

La obra se dividió en dos partes. Una primera, donde se resumió con varios números el espectáculo que triunfó el año pasado. Con el nombre de Las Galeradas, se lanzó un grito de libertad contra la represión ideológica y de género. Los anhelos humanos y el deseo de romper con todo es el objetivo del taconeo de las bailaoras. Quisieron significar que esta represión sistemática contra las mujeres no anuló la capacidad de supervivencia y de resistencia femenina.

La segunda parte ya se centró en ese movimiento estético que apareció en la Ilustración y se denominó Neoclásico. Esta obra era una contraposición a la primera parte. Flamenco contra danza clásica. Todo contemporáneo.

Con una gran sincronización de las artistas, las coreografías, que siempre adquirían movimientos de danza clásica, eran de gran modernidad.

Uno de los momentos del espectáculo. Uno de los momentos del espectáculo.

Uno de los momentos del espectáculo. / Javier Alonso.

La ejecución de los movimientos siempre estaban en total sintonía con la música que, en muchas de las ocasiones, la música de corte trasladaba a otra época, concretamente a la palaciega. Solamente se volvía a la realidad por la sencillez del vestuario y por el opaco del color negro. El autor y el coreógrafo fue Francisco Lorenzo.

Sensibilidad y emotividad se fueron sucediendo en una segunda parte que no dio tregua. Los números se fueron sucediendo y no bailaban, flotaban sobre el escenario, porque parecían suspendidos por un hilo. Las escenas combinaron pasajes alegres y brillantes con otros mucho más sobrios. La música mostró sencillez, al contrario que los pasos de baile, que denotaban horas de ensayo y un gran esfuerzo que las bailarinas hicieron fácil.

Un año más, el espectáculo del Conservatorio Profesional de Danza Kina Jiménez ha sido una de las grandes sorpresas por la gran calidad, belleza y ejecución. Durante un poco más de una hora, sedujeron al público que no dudó en aplaudir con ganas para mostrar su satisfacción. Más imágenes en la siguiente fotogalería.

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