De casta le venía al galgo. José Padilla Sánchez (1889-1960) era nieto y pariente directo de los profesores del Sexteto Sánchez, referente musical en la Almería finisecular del XIX. En el entorno familiar materno cultivó la afición por la música clásica, profana y sacra; disciplina que postergó al compás de la creciente fama internacional a favor de partituras más mundanas. Si influyentes fueron el abuelo Andrés, su tío Luis –organista de la catedral- y su propia madre, Carmen, de su padre, Cristóbal Sánchez apodado El Sombrero, heredó el gusto por el flamenco y los aires andaluces. Viene al pelo la anécdota protagonizada junto al también cantaor Paco el Herrero y el guitarrista Manuel Clemente (a) Macaca con ocasión de la visita de Alfonso XIII a Almería en 1904. La noche previa a su partida, los tres compadres, desde una barquilla arrimada al barco, les obsequiaron con una serenata flamenca:

… Dichos artistas estuvieron cantando y tocando al costado del buque  “Giralda”, oyéndolos con detenimiento el Rey y las altas personalidades que le acompañan. Al Monarca gustó muchos el trabajo de los mencionados profesores. 

Por enésima vez preciso que José Padilla nació el 23 de octubre de 1889 en el nº 6 de la calle Zaira (Gabriel Callejón) y no en la plaza San Pedro. Ya puestos, es obligado desmontar otra leyenda urbana. Cuentan que al nacer, la banda municipal ofrecía un concierto en la Glorieta y que la comadrona exclamó: “Este niño será músico“. Ocurrió que esa mañana regresaba la comisión que en Madrid confirmó la adjudicación de la línea ferroviaria Linares a Almería, interpretando en su honor varias piezas frente al Ateneo y Centro Mercantil (Glorieta). 

Su debut provincial acaeció en 1905 durante las fiestas patronales de la cercana Tabernas

Con las clases de piano y armonía recibidas del músico militar y flamante director de la banda municipal, Eduardo Lloret, en su academia de calle Regocijos, al joven Padilla poco le quedaba por aprender en Almería. Pero antes de marchar a Madrid le veremos debutar ante los suyos. En abril de 1904 abrió sus puertas en el Paseo del Príncipe la razón social “Sres. Sánchez y Comp. Nuevo almacén de pianos, música e instrumentos”, y para celebrarlo nada mejor que un concierto extraordinario del Sexteto Sánchez y el tenor Luis Iribarne, en el Centro Artístico, al que se sumó nuestro protagonista con sólo quince años. En su regreso a Almería, al año siguiente, tuvo lugar su, presumiblemente, único concierto en la provincia, en el marco de las fiestas patronales de Tabernas, interpretando un completo repertorio clásico y popular. Del acontecimiento artístico daba cuenta La Crónica Meridional de 27-I-1905:

El joven pianista don José Padilla Sánchez ha recibido merecidos plácemes en los conciertos que han tenido lugar en aquel Casino de Amigos, muy especialmente en el último, en el cual interpretara con grande maestría las obras siguientes:

 Fantasía de “Lucía de Lammermoor”; id. de “Fausto”; id. “Sonámbula”; id. “Barbero de Sevilla”; vals “Boston y Visión”, “Canzoneta”, de Godar, y poutpourrí de Aires Nacionales, composición esta última del joven concertista… 

Pese sus estancias en Madrid, Barcelona, París y Buenos Aires y sus exitosas giras mundiales con las célebres Princesita, Relampaguito, Valencia, La Violetera o El Relicario, Padilla reservó inspiración para componer el Himno a Almería y otro a la Virgen del Mar, con letras de Álvarez de Sotomayor y Manuel del Águila. Es sabido que el himno-barcarola a la Patrona se estrenó en 1951, año de su Coronación; y que el segundo ocurrió en la plaza de toros durante la Feria de 1946. Lo singular es que el Ayuntamiento aprobó su ofrecimiento el 8 de agosto de 1935 pero la maldita guerra obligó a posponerlo once años.