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Seis años de la muerte de Doña Pakyta, la madrina del Parque Natural Cabo de Gata

  • Su cadáver recibió sepultura en el cementerio del Pozo de los Frailes, en Níjar donde descansan los restos mortales de sus familiares fallecidos

Seis años de la muerte de Doña Pakyta, la madrina del Parque Natural Cabo de Gata.

Seis años de la muerte de Doña Pakyta, la madrina del Parque Natural Cabo de Gata. / Javier Alonso.

Francisca Díaz Torres, más conocida como Doña Pakyta e Hija Predilecta de Andalucía en el año 2010, falleció la madrugada del 18 de marzo de 2014  en su casa de Almería a los 103 años de edad. Su cadáver recibió sepultura en el cementerio del Pozo de los Frailes, en Níjar  donde descansan los restos mortales de sus familiares fallecidos. La empresaria almeriense reconocida por su labor medioambiental mantuvo durante toda su vida su interés por la conservación ecológica y sostenible de más de 3.300 hectáreas del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, con lo que, desde su cargo de presidenta de honor del Grupo Playas y Cortijos ha supervisado las acciones que desarrolla la sociedad en el Parque.

Doña Pakyta luchó a través de su labor contra la  explotación urbanística en el Cabo de Gata tratando de revalorizar los espacios naturales con construcciones rehabilitadas como un cortijo del siglo XVII reconvertido en hotel o potenciando la agricultura y ganadería ecológica con 600 hectáreas de finca y cerca de 1.000 cabras celtibéricas blancas.

Nacida en 1911, cursó sus estudios en el Colegio de la Compañía de María de Almería, y contrajo matrimonio a los 21 años con José González Montoya. Definida como una mujer de carácter animoso, inasequible al desaliento, amante del arte, viajera incansable, y consciente de la singularidad y belleza de la Sierra de Cabo de Gata, pronto toma conciencia de la necesidad de preservarla.

La famosa casa de Doña Pakyta, que hoy es un museo. La famosa casa de Doña Pakyta, que hoy es un museo.

La famosa casa de Doña Pakyta, que hoy es un museo. / Javier Alonso

La empresaria dirigió y preservó junto con su marido hasta 1976, fecha en la que él fallece, la conservación del que hoy es el paraje "más emblemático y visitado" del Parque Natural, en torno a la Bahía de San José. Cuando en los años 60 se intentó hacer atravesar por su finca la Autovía del Mediterráneo, el matrimonio González Díaz inició la urbanización ordenada del paraje más desolado de la zona, San José, imponiendo a las ventas limitaciones de edificabilidad y condiciones de protección ambiental.

Desde entonces, a través de sus empresas, Francisca Díaz impulsó este enclave un urbanismo sostenible, respetuoso con el espacio y ejemplar en cuanto al uso de tipologías constructivas acordes con el entorno. Dedicada tradicionalmente a la producción cerealista y ganadera, la finca El Romeral ha acogido a lo largo de su historia proyectos innovadores como la apertura de una fábrica de cuerda de crin vegetal y la creación de una reserva de riego para alimentación del ganado.

En los últimos diez años se han invertido más de nueve millones de euros en la rehabilitación y puesta en valor de antiguas edificaciones de valor histórico y etnográfico. Últimamente, a través de una empresa creada por ella y gestionada por sus familiares, Francisca Díaz impulsaba iniciativas para orientar la reconversión de la finca hacia una oferta turística integrada con las formas de vida tradicionales y la cultura del entorno. Hoy su casa donada a la ciudad alberga un acogedor museo artístico. Descanse en paz.

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