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Estreno histórico en tiempos modernos

  • Harmonía del Parnàs recuperó una pieza anónima del siglo XVII con el nombre de 'Qué tiernamente se queja', que la interpretó en el Castillo

Un estreno en tiempos modernos de la recuperación histórica de Qué tiernamente se queja (siglo XVII). Esta pieza que da nombre al espectáculo que interpretó Harmonía del Parnàs en el Salón del Triunfo del Castillo de Vélez Blanco fue una de las gratas sorpresas de este concierto.

Las flautas de pico fueron las encargadas de iniciar el sonido en el concierto de la Harmonía del Parnàs, que interpretó Danza del Pistolet y Cadena, de anónimo (siglo XVII). Tras el comienzo instrumental, la soprano Carmen Romeu puso la voz con el tema Ardo è ver per te d'amore, de Alessandro Scarlatti (1660-1725). Con una voz contundente, sentía cada nota de los instrumentos que la acompañaban.

Suene la ronca trompa, de José Pradas Gallén (1689-1757) incremento la intensidad y el ritmo del concierto, además de que la soprano pudo demostrar su potencia vocal en algunas de las notas y su capacidad de interpretación. Posteriormente, con todos los instrumentos en escena, se pasearon musicalmente por el lamento con la pieza de Mateo Romero (ca. 1575-1647), ¿A quién contaré mis quejas?, donde hubo un fragmento recitado de la soprano.

Spagnoletta, de Hettorre della Marra (c. 1570-1634), fue una pieza instrumental donde la flauta de pico llevaba el mando de la melodía. Romeu volvió a incorporarse para interpretar Ojos, pues me desdeñáis, de José Marín (1618-1699), y Pause el ánimo, de Sebastián Durón (1660-1716), con una gran técnica y corrección vocal.

Si la música de palacio se podría representar en una pieza fue en la anónima titulada Suite (siglo XVIII), donde se interpretó Balleto-Gavota-Minué-Boren. Tras este repaso instrumental, la soprano volvió a reincorporarse para dar voz a Qué tiernamente se queja, anónimo, que fue una de las grandes novedades del concierto, que fue una composición de una gran belleza.

Tras unos de los momentos de la noche, Romeu interpretó Los Ángeles te alaben (Recitado-Aria), de Pradas Gallén. La soprano, junto al resto de músicos, consiguió transportar a otra época. Abatiendo su frente (Verso de segundillo, Recitado, Aria), del autor Francisco H. Illana (ca.1700-1780), fue la siguiente parte instrumental del concierto de Harmonía del Parnàs.

No faltó un tema de Pedro Rabassa (1683-1767) titulado Verso. Como demostró durante todo el concierto, Romeu, lució diferentes matices, bajos y agudos, y mucha capacidad de transmisión al público. Para concluir el programa, eligieron una pieza de Francesco Corradini (ca. 1690-1769) titulada Desde la cárcel de Cupido. El público al unísono aplaudió. La agrupación interpretó posteriormente un bis para cerrar el concierto y los asistentes acabaron en pie.

Harmonía del Parnàs propuso en este programa una doble conmemoración de dos figuras del arte y la música del barroco sevillano de repercusión internacional. Por un lado, presentaron una selección de obras del siglo XVII con motivo del 400º centenario del nacimiento del reconocidísimo pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, siendo algunas de ellas anónimas y otras de autores como José Marín (1618-1699), músico prácticamente coetáneo al pintor. Nació unos meses después que Murillo. Fue organista de la Catedral de la ciudad de Sevilla y, posteriormente, se convirtió en uno de los máximos exponentes de la música escénica del primer barroco español, Sebastián Durón (1660-1716).

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