Una representación que abarcará más espacio y que llega más renovada que nunca. La Pasión Viviente de Cristo no se celebró el año pasado, porque han querido darle una vuelta a lo que ofrecían a los fieles y seguramente sorprenderá a todos hoy, a las 21:00 horas, en la Villa de Gádor.

El párroco Víctor Montoya Villegas también es el director de la representación. “Era muy fácil volver este año porque hicimos un aplazamiento para darle una vuelta, repensar las escenas, introducir algunas nuevas y aportar mayor vivacidad”.

El párroco señala algunos de los aspectos que serán novedosos con respecto a las representaciones celebradas durante años anteriores: “Vamos a tener tres escenas y además queremos que abarquen más espacio de la Villa. La bicentenaria villa de Gádor se convertirá en la milenaria Jerusalén”.

Todo parte desde la plaza del Barranquillo. Uno de los espacios donde transcurrirá una de las escenas será en la Plaza de la Ermita. Aproximadamente 40 intérpretes conforma el núcleo principal del elenco, aunque en la Entrada Triunfal y Purificación del Templo hay algunos de los vecinos del pueblos que acompañan ataviados a los protagonistas.

El párroco destaca el esfuerzo de los intérpretes de esta representación: “Destacaría la implicación de los participantes. Viven de su trabajo y buscan el hueco para ensayar por el amor a la tradición, por su devoción y porque para muchos es una experiencia religiosa. Se consiguen muchos momentos íntimos. No tienes que forzar a la gente porque ellos mismos están muy volcados. Es un compromiso muy grande porque muchos salen del trabajo y van con un bocadillo porque hay que ensayar por la noche durante dos horas y media. Y al día siguiente hay que trabajar”.

Actualmente, los ensayos los están realizando en el Centro de Usos Múltiples y en su explanada: “Estamos deseando que monten los escenarios para ver las medidas”.

Hace casi ocho años Víctor Montoya llegó como párroco de Gádor y cuando llegó vio cómo se volcaba los vecinos con la Semana Santa se llevó una sorpresa muy grata: “Vi que era una realidad magnífica. Pude ver los ensayos y aporté algunos consejos, y me dijeron que estuviera más. Esta semana en la villa es muy especial. Es un joyita escondida. Los vecinos viven para la Semana Santa. Me parece que la representación de la Pasión es un exponente claro de la originalidad de Gádor. Además, tenemos siete hermandades para 3.000 habitantes”.