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González Montes: "No es necesario poner en riesgo el Seminario ni ningún edificio esencial de la Diócesis"

  • El obispo diocesano concedió una entrevista a un portal católico en el que ha indicado que el Obispado dispone de edificios no esenciales para financiar las rehabilitaciones y construcciones de nueva planta y hacer frente así al crédito contraído con el banco

Adolfo González Montes, obispo diocesano de Almería.

Adolfo González Montes, obispo diocesano de Almería. / Javier Alonso

Al igual que ya hiciese la semana pasada cuando indicó que se le ha desacreditado por 'rivalidad y envidia' , el obispo diocesano de Almería, Adolfo González Montes, sigue disipando dudas acerca de su gestión durante 18 años al frente de la Diócesis almeriense. 

Ahora, en una entrevista concedida a Infocatólica, el salmantino responde sin ningún tipo de tapujo a la campaña de rumores sobre la situación económica de la Diócesis y la situación actual de traslado del Seminario de Almería. "Decir que ahora se va a potenciar más la pastoral vocacional tiene poca credibilidad, porque los hechos se imponen por sí mismos. Las vocaciones no se deben separar del equipo de formación del Seminario".

Hay que recordar que González Montes tomó posesión como Obispo de Almería en 2002, tras serlo antes de Ávila (concretamente desde 1997). Fue profesor y capellán de la Universidad de Salamanca durante años y desde 2011 a 2017 presidió la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, periodo durante el que se publicó la Instrucción Pastoral 'Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo'.

Pese a cumplir los 75 años de edad, momento en el cual debe de tomar su jubilación, dentro de pocos meses (en noviembre para ser más exactos), el Papa Francisco anunció el pasado mes de mayo que el obispo coadjutor, Antonio Gómez Cantero, asumía las funciones del Gobierno de la Diócesis. Esta decisión, criticada por tantos y alabada por otros muchos, vino precedida por una campaña de críticas hacia González Montes que, precisamente hace unas semanas, celebró sus 24 años de obispo en la Catedral de la Encarnación.

Preguntado por la cuestión económica, González Montes responde con rotundidad: "Ni durante mi gestión ni tampoco ahora que la gestión económica está en manos del Coadjutor hemos dejado de pagar los intereses y la correspondiente devolución de capital", a lo que añade "Puedo afirmar que la cifra de que se debe 20 millones es errónea. Sumando los préstamos del Obispado en números redondos en torno a los 7,1 millones, y los préstamos en torno a 6,6 millones de tres parroquias que han edificado iglesia y complejo parroquial, y que están también en el Santander, no dan como resultado la cifra que anda circulando con manifiesta mala intención".

Sobre la situación del Seminario, y preguntado por si la situación pasa por ser vendido, el obispo diocesano indicó que "De ningún modo. El Obispado dispone de edificios no esenciales para financiar las rehabilitaciones y construcciones de nueva planta. Disponemos de solares convencionales, algunos de las capillas sustituidas por nuevas iglesias parroquiales; otros son inmuebles urbanos bien situados, aparcamientos construidos expresamente con este fin. Después de las tasaciones realizadas por los peritos, hemos revalorizado el patrimonio diocesano entre un 50 y un 60 %. No es necesario poner en riesgo el Seminario ni ningún otro edificio esencial de la diócesis. Desmontar el Seminario es como desmontar la diócesis, arriesgar su futuro".

En cuanto a si ha cometido o no errores durante su mandado, González Montes indicó lo siguiente: "Nunca se me han concretado taxativamente cuáles han sido, fuera de mencionar la deuda crediticia sin conocimiento real de los datos, mezclando siempre la gestión económica autónoma de las entidades jurídicas de la diócesis con la gestión propia del Obispado, que gestiona lo común a toda la diócesis. Las parroquias que pagan sus créditos y las otras entidades que hacen lo mismo no pesan sobre el conjunto de la diócesis. El Obispado se ve obligado a ayudar a algunas parroquias, y hay otras ayudas que se hacen de manera puntual, pero no a las que son solventes y que aportan por sí mismas sus pagos mensuales".

Por último, el obispo diocesano aseguró que "es muy significativo que la dirección contable y la valoración de acciones financieras sigue en manos de la misma persona, que está actuando prácticamente de ecónomo, el jefe del personal sigue siendo el mismo y el equipo de oficiales auxiliares el mismo. No hacen nada que no hayamos hecho siempre, salvo apretar el cinturón cuando hace falta. Por eso he dicho que la cuestión económica no puede ser pretexto para desmontar el Seminario. Los seminarios no son rentables ni se autofinancian. En las condiciones de nuestro Seminario habría que desmontar del 80 al 90 % de todos los seminarios seculares y religiosos".

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