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Macael disfruta de una piscina accesible para todos

  • El municipio del levante pone a disposición de sus vecinos una silla anfibia que facilita el baño a personas con movilidad reducida. El proyecto ha supuesto para el consistorio un coste de mil euros. 

Un hombre utiliza la silla anfibia en la piscina municipal Un hombre utiliza la silla anfibia en la piscina municipal

Un hombre utiliza la silla anfibia en la piscina municipal

El Ayuntamiento de Macael ha puesto a disposición de sus vecinos una herramienta para facilitar que aquellos que tienen algún tipo de diversidad funcional o que cuentan con unas opciones de movilidad reducidas puedan hacer uso con total normalidad de uno de los recursos públicos más demandados en esta época del año donde el calor hace estragos: la piscina municipal.

Se trata de una silla anfibia, similar a una silla de ruedas convencional, que está diseñada especialmente para ser sumergida en el agua. La idea es que las personas que así lo requieran puedan ser trasladadas en esta al interior de la piscina y, una vez dentro, disfruten de un placentero baño con la ayuda de unos manguitos o de algún elemento que les ayude a flotar.

Raúl Martínez, alcalde del municipio, ha avalado este proyecto que, dice, mejora la igualdad y la inclusión. Asimismo, el responsable municipal sostiene que era una vieja aspiración de la corporación. “En el pueblo tenemos dos piscinas, una de verano y otra climatizada. Ambas están adaptadas, pero nos faltaba una silla anfibia”, ha señalado.

Adquirir esta herramienta ha supuesto un coste para las arcas municipales de mil euros y desde que el pasado 20 de julio se pusiera en marcha ha contado con una gran aceptación por parte de los vecinos, que disfrutan de un utensilio prácticamente exclusivo en la zona, como así ha confirmado el propio regidor macaelero. Cabe resaltar que se trata de un servicio con carácter imperecedero y cuyo mantenimiento únicamente requerirá de labores de limpieza periódicas.

Con esta medida, el consistorio aboga por mantener su compromiso con la eliminación de barreras arquitectónicas y por fomentar la inclusión y la igualdad de todos. En este sentido, Martínez argumenta que todas las obras que se están llevando a cabo en el pueblo se están planteando para que sean accesibles. A ello está contribuyendo sobremanera el concejal de Discapacidad del municipio, Miguel Martínez Ortega, más implicado en la labor si cabe debido a que tiene un hijo con parálisis cerebral y obligado a vivir sobre una silla de ruedas. “Su compromiso con el pueblo es total y estamos trabajando de forma muy intensa para responder a este tipo de demandas”, asevera el primer edil.

En este sentido, el propio concejal ha hecho referencia a este proyecto en los siguientes términos: “Era algo que ya tenía en mente desde hace tiempo, que es bueno para el pueblo y sencillo de ejecutar. De hecho, mi hijo tiene en casa una silla anfibia”. Asimismo, señala que la inversión realizada no es muy alta para un recurso que va a durar “muchísimo tiempo”.

Martínez Ortega es consciente de que la labor para la eliminación de barreras arquitectónicas ha de continuar para garantizar que Macael sea un municipio accesible. Al respecto, el miembro de la corporación adelanta que se espera que en esta legislatura se habilite una rampa en la piscina climatizada para suprimir las escaleras que hoy impiden el acceso a personas con movilidad reducida. Además de esta, otras medidas como la de hacer accesibles pasos de cebra o aceras entran dentro de los planes del consistorio levantino.

De este modo, el Ayuntamiento de Macael propicia que tanto sus vecinos como sus visitantes esporádicos puedan hacer uso de los recursos públicos del pueblo, sin que las limitaciones físicas entrañen un problema para ello.

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