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Mucha hambre de Don Quijote

  • La Líquida realizó dos funciones en el Jardín Botánico La Almunya del Sur donde triunfó por su capacidad de improvisación, dramaturgia y humor

  • El Festival estrena nuevo espacio escénico

No hay escenario pequeño, sino con encanto. El Ejido ayer fue la tierra del hambre, pero del hambre por conocer otra versión más de Don Quijote de La Mancha. El Jardín Botánico La Almunya del Sur acogió la nueva representación de la Compañía La Líquida con la magistral interpretación de David García-Intriago, también autor y director de la obra.

Hambre es el título de la representación, que contó con un escenario de encanto, donde el verde de sus plantas conseguía transportar al público a la historia que estaba contando.

Durante la obra, interpretó a diferentes personajes de la novela de Miguel de Cervantes

Era tal la expectación que la función de ayer solamente se iba a realizar ayer, pero también la repitieron el miércoles por la demanda y el público que quedó en reserva. Antes de empezar, los asistentes fueron agasajados con un vino y unos minibocatas para que el hambre no formara parte también de su sensación durante la representación.

El intérprete estuvo acompañado durante toda la actuación del talento musical y contagiosas carcajadas de Mauricio Gómez Yamamoto.

Durante dos horas aproximadamente, el trabajo de texto del actor fue prodigioso al igual que sus improvisaciones e interacción con el público.

Durante el texto interpretó a El Quijote, Sancho, la mujer de Sancho, Cervantes... y multitud de personajes más quijotescos, con un gran ingenio. Incluso, se busco una Dulcinea con barba, que formaba inicialmente parte del público.

Antes de adentrarse "...en aquel lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme...", el autor de la representación no dudó en describir a Miguel de Cervantes, y su relación con el reconocido autor de la época, Lope de Vega. Incluso señalaba que la gran novela de la literatura universal "era despreciada por cómica".

Pero el hambre se paliaba en la obra con los famosos Duelos y Quebrantos, además de vino, pan, cebolla... Todo estos productos sirvieron para dirigirse a distintos asistentes y, junto a ellos, hacer reír a los asistentes con sus distintas bromas relacionadas con los alimentos.

El actor demostró que no necesitaba de muchísimos elementos para ganarse al público y el texto inicial solo fue cortado por los distintos temas que magistralmente interpretó Gómez Yamagoto y las improvisaciones que realizó durante todo el espectáculo.

La imaginación no solo fue un ingrediente que aportó David García-Intriago, sino que fue requisito indispensable para los asistentes que tuvieron que emplearse a fondo para quedar atrapados por el texto, los gestos y la forma de interpretar del autor.

El autor ofreció detalles como los 126 capítulos que componen El Quijote, donde aparece la palabra hambre en 56 ocasiones y vino un total de 137.

Las pasiones no pasaron desapercibidas por la obra. Una de ellas fue el apetito sexual junto a lo erótico, donde apareció Dulcinea y el actor incluso imitó a Paco Martínez Soria en la época del destape.

Las carcajadas fueron una constante en los momentos en el que el público fue parte activa de la representación. La timidez de una señora y el joven que interpretó a Dulcinea dieron el juego necesario durante parte de la actuación para que el resto de los asistentes pudieran disfrutar de una obra completa.

El miedo, la injusticia y la ignorancia fue algunos de los aspectos que había que intentar combatir según reivindicó el actor.

"No sois molinos, sois gigantes". Con este mensaje animó al público a su propia revolución, conseguir lo que se propongan y a salir a la calle con determinación.

El público acabó en pie porque el actor estuvo cercano, acertado y consiguió llevar a los asistentes a su terreno. Además, acercó de una forma sencilla la historia de El Quijote, y seguramente que los que han leído esta obras dos o tres veces aprendieron algo más de este clásico de la literatura universal.

Dos funciones que seguramente queden en el recuerdo de los ejidenses y de los asistentes que decidieron acercarse a este Jardín Botánico, pequeño pulmón verde camino a Balerma. Don Quijote de la Mancha sigue estando vigente.

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