Exquisitez y elegancia de la Orquesta Barroca del Festival para despedir los conciertos que en este 2018 han trabajado sobre Música, Culturas y Políticas en Tiempos de Murillo. Aaron Zapico, también profesor de los talleres, fue el encargado de dirigir esta agrupación.

El director señaló la conveniencia del trabajo con la orquesta: "Es un proyecto pedagógico. Hemos preparado un concierto no tan extenso como los normales pero intenso. El trabajo supera con creces un concierto normal. La ambición es máxima. Tiene su final lógico en un proyecto con mucho trabajo. Es único en el mundo de los cursos. Esta iniciativa me parece maravillosa".

Desde música más trepidente hasta piezas más melancólicas sonaron en la Iglesia

La Orquesta Barroca del Festival se introdujo con su música en el Barroco pleno y comenzaron con música de Antonio Vivaldi. El propio director también era el encargado de aportar el sonido de la clave y contaba con el concertino de la Orquesta Ciudad de Almería, José Vélez. En una de las piezas, los músicos de los instrumentos con arco también lo hicieron con sus dedos, consiguiendo sonidos dulces.

Zapico quiso ofrecer un concierto didáctico y aseguró que esta época es "uno de los periodos con más novedades en la historia de la música. Estamos en una época en la que la cultura está más menospreciada y contar con un Festival como este es de agradecer".

La melancolía se apoderó de la Orquesta con la música del inglés Henry Purcell, que vivió únicamente 36 años. Interpretaron Chacona en Sol Menor.

No faltó la música del barroco francés con Jean-Baptiste Lully, que fue una música mucho más animada y trepidante que sorprendió a los asistentes.

Fue tan buena la acogida el público que los músicos interpretaron dos bises. El público en pie y demostraron que no tienen nada que envidiar a muchos de los grupos y orquestas que han visitado Vélez Blanco u otros festivales. La Orquesta Barroca del Festival goza buena salud.