Los juegos de autor, esos que están creados con mimo, con el gusto por el detalle y que huyen de internet y la interacción con otros jugadores para imbuirnos en una experiencia única y personal, son en esta era del online un producto difícil de encontrar. Una tendencia, que por suerte, estos últimos meses está cambiando con la publicación de juegos como Metro Exodus o Rage 2 (ambos analizados en este espacio) y a la que se suma uno que había hecho poco ruido y que está acaparando los aplausos de toda la crítica internacional. Se trata de A Plague Tale: Innocence, una aventura que nos traslada a a la Francia del siglo XIV y desarrolla la intensa historia de los hermanos Amicia y Hugo. Una terrible plaga está causando estragos entre la población (de ahí su título) y a nosotros nos tocará encarnar a estos hermanos mientras intentamos también huir de la Inquisición por motivos que es mejor no desvelar para no destripar parte de su trama.
En nuestro viaje de huida, en el que la muerte acecha en cada esquina, iremos profundizando en la relación entre ambos hermanos, de corta edad, y nos tocará enfrentarnos, sin contar con ninguna habilidad especial, ante los soldados y a las hordas de miles de ratas. Primará por lo tanto el sigilo para resolver puzles con los que dar esquinazo a nuestros adversarios y usar el fuego para mantener alejados a los roedores.
Durante la aventura, en la que no faltan las conversaciones con otros personajes para profundizar en una historia rica en matices, tomaremos el control de Amicia, que ejerce de madre al ser la mayor, y nos dedicaremos a dar órdenes a Hugo. Nuestra única arma para defendernos será una honda con la que podremos lanzar piedras a nuestros enemigos o para llamar su atención y poder escapar. Si nos capturan, el juego se acaba. También podremos golpear a los soldados pero corremos el riesgo de no acabar con ellos. Por ello prima más el sigilo que la acción, aunque las dos fórmulas son viables.
El juego tiene una duración aproximada de una docena de horas y conseguirá sorprendernos con momentos de paz y exploración con otros de tensión encadenando una estructura narrativa digna de mencionar y que nos hará sentir que estamos escapando de verdad de esa terrible pandemia que asoló Europa.
La música acompaña en todo momento y se complementa a la perfección con un acabado gráfico que, pese a no ser puntero, muestra con gran detalle la sucia Francia del Medievo. Los chicos de Asobo Studio nos han regalado una joya que no debes dejar de probar.
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