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Versos novatos de las tribulaciones de un joven poeta

  • Guillermo Tamayo donará el 100% de las ganancias recaudadas con la primera edición de su libro a la fundación Aladina

El joven escritor Guillermo Tamayo muestra la portada de su libro. Al lado, su abuelo le acompaña durante la entrevista.

El joven escritor Guillermo Tamayo muestra la portada de su libro. Al lado, su abuelo le acompaña durante la entrevista. / Cristina M. Sicilia

Observa la vida y luego la escribe. Esa es la fórmula que ha llevado a Guillermo Tamayo, un joven almeriense de 14 años, a publicar un libro. Todo comenzó en el bautizo de su hermana 'Martita', cuando con tan solo 11 años recitó un breve relato, seguido de una poesía. A la gente le gustó, y a partir de ahí, se empezó a interesar por la literatura. Al poco tiempo, un día en casa de sus abuelos, escribió en una servilleta: “Tus ojos, mi sosiego. Tu corazón, mi recreo. Estaré contigo hasta que se rompa el cielo”, recita de memoria el abuelo de Guillermo, quien asegura que fue entonces cuando descubrió el talento de su nieto. Después de eso, comenzó a escribir con más frecuencia, hasta que ganó el certamen internacional de la editorial Bichos, cuyo premio consistía en escribir un libro junto al resto de seleccionados. Pero la editora guardaba una sorpresa para Guillermo, y es que además de este, le ofreció publicar otro libro, uno, escrito solo por él.

Así fue cómo surgió, Papito. Tribulaciones poéticas de mi mente temprana, dedicado a “la estrella de una noche vacía”, que es como Guillermo se refiere a su abuela. Ella falleció el 14 de enero de este año, “fue muy repentino y me marcó” confiesa el joven. El porqué de ese título se debe a la forma cariñosa con la que su abuela solía dirigirse a su marido, 'Papito'. Y principalmente, lo ha llamado así por dos motivos. El primero, la cercana relación que tenía con ella; y el segundo, porque 'Abuela' fue una de las poesías que más impresión causó en el certamen. Además, el 100% del dinero recaudado con la primera edición del libro será donado a la fundación 'Aladina', una entidad que tiene como objetivo ayudar a niños y adolescentes enfermos de cáncer.

Homenaje de Guillermo Tamayo a su abuela, escrito en las primeras páginas del libro. Homenaje de Guillermo Tamayo a su abuela, escrito en las primeras páginas del libro.

Homenaje de Guillermo Tamayo a su abuela, escrito en las primeras páginas del libro. / D.A.

Sobre qué inspira a Guillermo Tamayo, el joven manifiesta que se fija mucho en la vida de los demás. Y es que posee una empatía literaria que le permite plasmar a la perfección las vivencias de otros. El adiós de su abuela, la ruptura de su tío o la timidez de una compañera de clase provocan un volcán de palabras que expulsa a través del lápiz. “Es la manera de respirar. Soltar todo el aire que tienes dentro y, volver a aspirarlo al leer”, eso significa para Guillermo escribir. Lee a Bécquer, a Miguel Hernández y a Tagore, y aunque no descarta la idea de poder vivir de la poesía, asegura que en un futuro le gustaría montar su propia empresa. Eso sí, como hobbie o profesión, sin duda seguirá escribiendo.

Asimismo, el chico revela que refleja sus miedos a través de las palabras, “es una autoterapia, escribo de mis temores para superarlos”. Muestra una madurez impropia de un niño de su edad, y reflexiona de una manera muy profunda sobre conceptos abstractos. Por ejemplo, sobre el daño que puede provocar una bala. En ese relato, Guillermo escribe sobre la repercusión de un disparo, que no solo afecta al asesinado y a quienes le rodean; sino también a los familiares del asesino. Apretar el gatillo es fácil, lo difícil es todo lo que esa acción conlleva. Guillermo declara que la inspiración sobre este tema le surgió al ver un reportaje sobre 'El caso Diana Quer'. Esto le llevó a pensar en que la madre de Diana siempre podrá elegir quedarse con un buen recuerdo de su hija, sin embargo, los familiares del asesino tendrán que vivir con el dolor que este ha causado. De ahí, el daño que ocasiona una bala, que para Guillermo, va más allá de la muerte en sí.

Y aunque su género estrella es la poesía, también se atreve con la narrativa. Empezó a escribir un libro junto a su primo, pero “se quedó en la nostalgia”. Está ambientado en la Guerra Civil y trata de cómo los ideales no importan si existe la amistad, sobre la conexión entre las personas y de cómo todo se relaciona al final de la vida. De momento, explica que se encuentra en un bloqueo creativo, está esperando a que le vengan las palabras adecuadas para darle el enfoque que busca. Así que por ahora, tendremos que esperar para leer esta historia, aunque mientras tanto, nos perderemos entre sus versos.

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