Usuarios del ‘Cordel de la Campita’, la única Puerta verde de Almería, han dejado oír su profundo malestar, de nuevo, por el estado de abandono y alto grado de suciedad que presenta esta zona de paseo y critican la inacción de las instituciones - Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería- para procurarle un adecuado mantenimiento a sus zona verdes y mobiliario urbano.

La puerta Verde de Almería, se ubica en una zona por donde discurre una importante vía pecuaria que la atraviesa, al noroeste de la ciudad, en la zona de La Molineta. Se trata de un corredor verde, un pulmón natural, que la Junta de Andalucía acondiciónó con una inversión cercana al millón de euros.

Los trabajos para poner en valor esta zona y recuperar su uso como un espacio para el paseo finalizaron en octubre de 2009. Las quejas y denuncias de vecinos particulares, asociaciones vecinales y partidos políticos se han sucedido desde entonces por el abandono en el mantenimiento de sus zonas verdes, conservación en el mobiliario urbano y ausencia total en el tratamiento de su vegetación, y falta de iluminación nocturna y de zonas de riesgo.

El lamentable estado de abandono se ha hecho aún más evidente y se ha acentuado en los últimos meses. “Desde que se creó sube mucha gente a caminar y correr, andar en bici i o pasear con los perros. Pero desde la irrupción de la Covid-19, la gente ve más seguro subir al monte y sube mucha gente” comenta una usuario a Diario de Almería.

La única Puerta Verde de Almería lo ha hecho a todo tipo de personas y no todas con el mismo sentido ciudadano y de respeto al medio ambiente. “Hay gente sin escrúpulos que se lleva sus bolsas a comer y se deja toda la basura por el suelo. Es penoso y triste porque la vistas de toda Almeria y Cabo de Gata son espectaculares” añade esta señora anónima.

Adelante Andalucía llevó una iniciativa al Parlamento de Andalucía para reclamar una adecuada conservación y mantenimiento de este espacio, en agosto de 2019, y presentó un ruego en el Pleno del Ayuntamiento de Almería que recepcione esta zona verde para cumplir con el mantenimiento del lugar conforme a sus competencias locales.

“El riego por goteo no lo abren y las plantas se están secando. Una chica que sube con sus niños lleva por su cuenta garrafas de agua en su coche hasta los colegios Goya y Caravaca y es la que riega los árboles más pequeños”, destapa nuestra interlocutora.

Esta vecina, todo un ejemplo de sensibilidad, ha llegado a enterrar botellas de agua al lado de los arboles más pequeños con un mensaje, animando a quien quiera colaborar a rellenar las botellas e intentar que, así, las plantas no se sequen”, descubre.