Almería y sus personajes I Francisco Jesús de Haro Montesinos. (Delegado de la autoridad en la Plaza de Toros)

  • Con 8 años su padre le sacó un abono y pocos festejos se ha perdido

  • Policía Nacional, fue destinado a Almería en 1986 y comenzó su labor gubernativa en el coso

“Ser delegado de actas en los toros me costó estar 30 años sin Feria”

Jesús de Haro, en el descanso reglamentario de un festejo taurino, en el callejón con Enrique Ponce. Jesús de Haro, en el descanso reglamentario de un festejo taurino, en el callejón con Enrique Ponce.

Jesús de Haro, en el descanso reglamentario de un festejo taurino, en el callejón con Enrique Ponce.

Escrito por

José Luis Laynez Bretones

Durante 30 años ha sido delegado gubernativo en el callejón de la plaza de toros de Almería. Siempre amable pero contundente a la hora de aplicar el reglamento, era figura popular entre aficionados, toreros y gente del mundo del toro hasta que se jubiló en 2017.

–De tal palo, tal astilla.

–En mi caso se confirma el refrán ya que heredé de mi padre la afición a los toros. Tendría 8 ó 10 años cuando me sacó un abono y desde entonces pocos festejos me he perdido, como simple aficionado o como delegado gubernativo en el callejón.

–Que es bastante más que ver los toros gratis...

–Mira, comenzamos el trabajo un par de días antes de cada festejo, recibiendo los camiones con los toros, comprobando los precintos e identificándolos. Luego viene el desencajonamiento y se pasan a los corrales de la plaza. Allí los examinan los veterinarios y se les deja descansar, pues llegan muy nerviosos. De todo esto hay que levantar actas.

–Picadores, banderilleros, mozos de espadas... también os dan trabajo

–Pues sí, ya que hay que pesar los caballos y los petos, para que se ajusten al reglamento; y abrir las cajas precintadas con la puyas. También tenemos que examinar las banderillas para que los arponcillos tengan las medidas reglamentarias.

"Comenzamos la labor dos días antes con el desembarco de los toros y acabamos en la madrugada del festejo”

–El sorteo de toros a las 12 en punto es todo una ceremonia.

–Sí, pero antes los subalternos han hecho tres lotes para emparejar la corrida. Los papeles con sus nombres se meten en el sombrero del mayoral y, por orden de antigüedad, los sacan. Mas actas que hay que levantar.

–Tras el sorteo, el enchiqueramiento de los toros.

–También tenemos que estar ahí nosotros, cuando se los introduce en corrales individuales por el orden en que van a salir. Entre unas cosas y otras, raro es que lleguemos a la casa antes de las 3. El tiempo justo para comer, ducharnos para quitarnos el olor a toro, tomar un café y volver de nuevo a la plaza para controlar que esté listo el personal necesario para dar el festejo.

"He trabajado con cuatro presidentes: Pepe García Pedro Giménez, Marco Rubio y Benjamín Hernández”

–Y llegan los toreros. ¿También tenéis que identificarlos?

–Lo dirás de broma pero también hay que pedirles la documentación, el carnet profesional e identificarlos por sus nombres real y artístico. Son cuatro folios de actas los que hay que levantar de todo esto.

–Suerte que se inventaron las fotocopiadoras...

–No te creas que hace tanto que disponemos de una para estas labores. Durante muchos años teníamos que escribir en un folio y poner debajo tres papeles de calco para sacar las copias. Aquello era un engorro.

–Y cuando va a empezar el festejo ¡gente fuera del callejón!

–El callejón de Almería es muy estrecho y la gente apenas puede moverse. Sólo debe estar allí quien tenga un trabajo que realizar pues es un sitio peligroso. El toro puede saltar y herir gravemente a alguien.

–Algo os pasó con Morante al respecto...

–Vino con un médico naturista que no tenía acreditación y lo echamos. Morante dijo que si no se quedaba su médico él no toreaba. Le recordamos el gran equipo médico de la plaza pero se empecinó y, sin que sirva de precedente, le facilitamos un pase al naturista en el último minuto.

En el burladero del callejón de delegados de la Autoridad. En el burladero del callejón de delegados de la Autoridad.

En el burladero del callejón de delegados de la Autoridad.

–Morante ‘el raro’. ¿Y los más caballerosos?

–Probablemente Enrique Ponce y Luis Fco. Espla, dos toreros cultos, educados, elegantes en sus modales que cada año no saludaban personalmente a todos.

–¿El más divertido?

–No te lo vas a creer: Curro Romero. Es tímido de entrada pero cuando coge la hebra cuenta cantidad de anécdotas y vivencias graciosísimas.

–Aunque tú no eres tan gracioso cuéntanos alguna.

–Pocas anécdotas se dan en momentos de tanta tensión. Quizá el típico “usted no sabe con quién está hablando” de algunos al tener que echarlos del callejón por no tener acreditación. Un político madrileño llegó tarde y quería entrar a su burladero, algo que el reglamento prohíbe. Montó el cirio y, cuando me personé allí, me dijo que me despidiera de seguir de delegado gubernativo. Estuve diez años más allí.

–La verdad es que son palos con gusto, de esos que no duelen...

–Es cierto que la labor de los dos cuerpos que integramos los equipos gubernativos es voluntaria, lo hacemos porque nos gusta; pero la paliza nos la damos.

"Los toreros más caballerosos: Ponce y Esplá; el más ‘raro’: Morante; el más divertido: Curro Romero”

–Y cuando acabáis, estáis para poca Feria...

–Mira, empezamos la labor hacia las 10 y, cuando acaba el festejo, nos quedamos levantando actas y despidiéndo a toreros y cuadrillas. He estado 30 años sin pisar la Feria. Ahora podré ir.

–Porque en 2017 te jubilaste.

–Pues sí; me dieron una placa antes de comenzar la última corrida y dos peñas taurinas también tuvieron un detalle conmigo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios