Influencells surgió donde surgen las mejores ideas: en un bar. Rocío Moreno, Laura Martín, Raquel Moya, Wasima Oualla y Cristina Yeste son cinco amigas de toda la vida que siempre quisieron llevar a cabo algún proyecto común. En noviembre de 2020, pensaron que sería buena idea realizar una cuenta de Instagram de divulgación científica. Unieron lo que más les gusta: la comunicación y la ciencia. Nunca pensaron que varias caminatas por el Paseo Marítimo y unas cuantas tapas en la Rambla les llevarían a crear un proyecto que les está ilusionando y que está llegando a mucha gente: Influencells.

“El 2020 nos enseñó muchas cosas. Entre ellas, que la ciencia hay que explicarla y que no hay que dejar nada sin hacer. Y nos pusimos a ello. La información científica es vital; ahora, más que nunca. Y la ciudadanía tiene derecho a elegir dónde quiere informarse. En redes sociales hay todo un movimiento de divulgadores”, relatan.

Uno de sus objetivos es, además, dar visibilidad a las mujeres científicas. “Somos conscientes de que las niñas necesitan referentes y a nosotras nos encanta mostrarlas, contar su vida e importante labor al mundo. Precisamente, una de nuestras secciones con más éxito es Influencell de la semana. En ella, cada semana le damos voz a una mujer científica, tanto histórica como actual. Nos ha sorprendido bastante, ya que hemos descubierto historias que nos han impactado mucho. La mayoría de ellas lo han tenido muy complicado, pero aún así lucharon y luchan para conseguir sus sueños”.

Además de la sección de Influencell de la semana, tienen un ‘detector de bulos’. “La facilidad con la que se transmiten los bulos en la actualidad es muy preocupante. Hay una desinformación muy generalizada. El ‘clickbait’ de muchos medios no está ayudando”, afirman. Por eso, decidieron poner en marcha su ‘detector de bulos’, con el que ayudan a sus seguidores a que sepan cómo identificarlos y pararlos. “Pero también se los desmontamos, no queremos decir esto es mentira y ya. Queremos que la gente entienda científicamente por qué es mentira”.

Las cinco amigas se reúnen por videollamada. “Ahora estamos cada una en una ciudad, pero lo pensamos todo entre las cinco. Trabajamos siempre de forma rigurosa y concienciadas con la ciencia y la ciudadanía. Hacemos ciencia para todos, o eso pretendemos, y seguimos aprendiendo y adaptándonos a nuestros seguidores”, cuentan.

Sobre estos, la mayoría, explican, son personas jóvenes con inquietudes por la actualidad científica. “Nos dirigimos a gente que no tenga miedo a no entender, que pregunte y se cuestione el porqué y la veracidad de las cosas”, añaden.

En sus informaciones mezclan el rigor con ciertos toques de humor. “Esto no quiere decir que perdamos rigurosidad. Nos reímos de lo ridículo. No hacemos humor sobre enfermedades raras o salud mental, pero sí sobre teorías negacionistas o conspiranoicas”.

Desde Instagram, van poco a poco ganando fieles. “Las redes sociales son plataformas muy potentes: rápidas, sencillas y accesibles. Hay un mundo por explotar y hay cabida para todos. Son una especie de catálogo con contenido infinito, que está constantemente actualizándose. Y ahí actuamos nosotras”. Las ‘influencers’ de la cienca. Influencells.