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Noche mágica en la Villa de Vícar bajo la lluvia de las Perseidas

  • Más de 10.000 personas visitan en la noche del jueves la Villa de Vícar, decorada con 14.000 velas, con más de 50 actividades

Noche mágica en la Villa de Vícar bajo el manto de las Perseidas

Noche mágica en la Villa de Vícar bajo el manto de las Perseidas

No quedó un rincón sin iluminar, ni una fachada si decorar con dibujos, frases y candiles en este juego luminoso y mágico que cada año, fiel a su cita de agosto, llega desde la constelación de Perseo, transformadas en las conocidas como Lágrimas de San Lorenzo. Las más de 13.000 velas y candiles repartidos por calles, plazas y callejones, alumbraron el paseo de las más de 10.000 personas que abarrotaron ayer la Villa de Vícar para disfrutar de esta noche mágica que bajo la denominación de ‘Paseando entre velas’ han organizado, por quinto año consecutivo la Asociación de Vecinos ‘San Benito’ y el Ayuntamiento de Vícar.

Desde primera hora de la tarde, los rincones más emblemáticos de la Villa de Vícar, fueron acogiendo actividades y a recibir la visita de familias llegadas desde distintos puntos del municipio, de la comarca y de la provincia en los numerosos autobuses lanzadera dispuestos durante todo el día. Muchos veraneantes se tomaron el evento como una actividad más dentro de sus vacaciones y no dejaron de plasmar con sus cámaras y móviles las imágenes más bellas de esta agradable visita. Desde la Plaza del Barranquillo, epicentro de la fiesta, donde las actividades se ponían en marcha con un taller de percusión, hasta la Fuente del Barranco, donde la compañía Alejú regalaba los oídos de menores y mayores con sus cuentos susurrados y más tarde con su espectáculo de títeres. En otro de los rincones, la Puerta Margarita, decenas de niños elaboraban pulseras del algodón y luciérnagas, mientras que en la Fuernte del Barranco fabricaban máscaras de cartón, llaveros y plumas de macramé y planisferios en la Travesía de la Estación, donde otros muchos disfrutaron del taller de origami.

Fotocall, fachadas decoradas con dibujos y mensajes, talleres, cuentacuentos, pasacalles, exposiciones, actuaciones en vivo o cualquier otro detalle, se fueron convirtiendo en motivos para el recuerdo para los miles de visitantes, repartidos por toda la villa, mientras iba cayendo la noche.Muy exitosa también fueron los tatuajes solidarios a favor de la Asociación Española contra el Cáncer, a cargo de Inkbro Tattoo. Durante toda la tarde y hasta bien entrada la noche decenas de personas guardaban cola para hacerse un tatuaje. También destacar el carácter solidario de la iniciativa del corredor almeriense de trail running, Francisco Martín Pérez, quien protagoniza un reto solidario en solitario, ‘’Uno entre cien mil’, en favor de los niños con leucemia.

Entonces llegó uno de los momentos culminantes del evento, el encendido de velas, por parte de vecinos y voluntarios, En el punto más alto de la Villa, el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, junto con el presidente de la Asociación de Vecinos, Eduardo Ruiz, prendía un enorme velón colocado sobre un pedestal construido en forja y en pocos minutos, toda la villa quedó iluminada. Comenzaba entonces el paseo entre velas, dejándose ver la gran afluencia de visitantes y a la vez el resultado de muchos días de trabajo por parte de los vecinos. La disposición de las velas recreando estrellas, notas musicales, indalos o seres mágicos, fueron tomando forma e iluminando los diferentes rincones, a la vez que resonaban los tambores del pasacalles de Alejú, que fue recorriendo la villa con un espectáculo de música y luz que sorprendió a los asistentes y con el que se abrían los distintos escenarios al resto de las actuaciones. Espectáculo circo con Chiro Circo, flamenco con la actuación de Anamar y su grupo con el Niño de las Cuevas a la guitarra en el Lavadero, los boleros de Fome de Ritmo, o el rimo dixieland de Classijazz, en la Iglesia Fortaleza; la Pista Polideportiva, convertida en Mirador de las Estrellas, y clases de pilates y meditación, en la Placeta Los Pipos; cada rincón de la Villa tenía un encanto especial.

Ya pasada la media noche y con un buen ambiente en las calles de la Villa, y entre degustaciones gastronómicas y lluvia de estrellas, siguieron las actuaciones musicales con la música potente y enérgica de la cantante británica Carlene Graham y Errol Ross, el flamenquito de Dos Indios y un Palomo ante la Iglesia Fortaleza; conciertos de violín electrónico, con Nadia Rudenko, Salvador Martínez. La envolvente música del arpa celta de Víctor Santal, el espectáculo de la danza oriental o la danza aérea contemporánea de Celia Sako.

De madrugada, y tras disfrutar de la noche mágica de las Perseidas y una charla sobre astronomía, los más rezagados iniciaron el último paseo entre velas, por las calles de un Vícar Pueblo que por quinto año consecutivo, lucieron resplandeciente al calor y los destellos de candiles y farolillos.

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