Vivir

Los rocieros de Almería se despiden del Patrón y la Patrona antes de iniciar su camino

  • La hermandad de Almería dijo ayer adiós a la ciudad antes de partir hacia Aguadulce para pasar su primera noche junto a la de corporación de Roquetas

Los rocieros de Almería se despiden del Patrón y la Patrona antes de iniciar su camino.

Los rocieros de Almería se despiden del Patrón y la Patrona antes de iniciar su camino. / Javier Alonso.

San Indalecio y la Santísima Virgen del Mar, Patrón y Patrona de Almería respectivamente, fueron testigos ayer de la despedida de los rocieros almerienses que ya afrontan su Camino 2019, el cual les llevará al encuentro de la Reina de las Marismas de este próximo jueves en torno al mediodía.

La jornada comenzó a las diez y media de la mañana con la celebración de la Misa de Romeros en la Iglesia de San Pedro, sede canónica de la corporación. Predicó la palabra Esteban Belmonte Pérez, participando en la Eucaristía el coro de la hermandad y sus tamborileros. Al finalizar la misma, el diputado de cultos fue el encargado de portar al Simpecado hasta la puerta del templo, al que no volverá hasta el próximo martes 11 de junio. Desde allí fue entronizado en su carreta de plata, que lució esplendorosa para la ocasión gracias al grupo de priostía y albaceas de la hermandad.

Desde allí, y tras enganchar sus bueyes ‘Paco el boyero’, arrancó el itinerario por Plaza San Pedro, Torres, Plaza Flores y Tiendas, primera parada de la corporación para realizar una ofrenda a la Virgen de la Soledad de la cofradía del mismo nombre, con la cual la hermandad está hermanada. La carreta de plata, adornada por flores con los colores pontificios como guiño a la visita de San Juan Pablo II al Santuario de hace 25 años, prosiguió su itinerario por Puerta Purchena para bajar por el Paseo de Almería hasta General Tamayo y Plaza Virgen del Mar. Entre sevillanas, rumbas y vítores llegó el Simpecado al Santuario de la Patrona, para rendir honores a la Madre de los almerienses y realizarle también una ofrenda floral. Seguidamente continuó el recorrido por la calle Real desde donde el Grupo Joven realizó una gran petalá al paso de la carreta. Desde aquí la hermandad prosiguió por Eduardo Pérez hasta la Plaza de la Catedral para despedirse de San Indalecio, Patrón de la Diócesis almeriense. La corporación, tras ello, recorrió Cervantes para desembocar en la Plaza de la Constitución, donde realizó su tradicional convivencia.

Pasados unos minutos de las seis de la tarde la hermandad partió hacia Roquetas de Mar para afrontar su primera noche de camino. Allí visitó a la Patrona, la Virgen del Rosario, y después celebró una convivencia en la Parroquia de la Virgen del Carmen junto a la Hermandad del Rocío de Roquetas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios