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Sin salitre para honrar a la Virgen del Mar en sus 519 años

  • La pandemia provocó que ayer no se celebrase la Romería a Torregarcía por su aparición

  • Cultos y el Santuario abierto todo el día como sustitutivos

La playa de Torregarcía no fue ayer un hervidero de gente para honrar a la Virgen del Mar, la patrona de la capital. La centenaria tradición de procesionar a la Virgen desde su santuario, en la capital, hasta la ermita en dicha playa por la carretera, pudiendo acompañarla los fieles en carro, a caballo o a pie cada segundo domingo de enero para celebrar su aparición en este enclave por parte de un vigía costero en 1502, es otro de los actos cancelados por la pandemia que asola al mundo y que ha dejado a miles de personas sin poder disfrutar de uno de los actos más arraigados en la sociedad almeriense.

Por ello, debido a este atípico momento que vivimos, la Hermandad de la Santísima Virgen del Mar no quiso dar la espalda a las tradiciones y celebró ayer unos cultos muy distintos a los de ediciones anteriores.Los actos dieron comienzo a las nueve de la mañana con la Misa de Romeros que fue presidida Fray José Barrado Barquilla, Prior de los Padres Dominicos y Director Espiritual de la hermandad. A las 11:00 horas comenzó la Eucaristía ofrecida precisamente por los Padres Dominicos, la cual presidió Francisco Panera González, Subprior de los Padres Dominicos.

A las doce del mediodía tuvo lugar la Solemne Eucaristía Oficial que fue oficiada por José María Sánchez García, Delegado Diocesano para Hermandades y Cofradías y consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería Al término de la Santa Misa se cantó el Himno a la Santísima Virgen del Mar Coronada.

Ya por la tarde, a las 17:00 horas, se realizó una oración rogativa de la Hermandad de la Santísima Virgen del Mar con el objetivo de pedir el fin de la pandemia de Covid-19 que tanto daño está causando en toda la humanidad. Posteriormente se rezó el Santo Rosario de forma cantada.

A las siete de la tarde, para finalizar, tuvo lugar la Eucaristía en honor a la Patrona de todos los almerienses con motivo de su aparición en Torregarcía hace 519 años. Al terminar la Misa se cantó la Salve a la Madre de Almería.

Durante toda la jornada, la imagen de la Santísima Virgen del Mar quedó expuesta para su veneración siguiendo en todo momento las medidas estrictamente establecidas por las autoridades autorizadas para garantizar la salud de fieles y devotos que sin aglomeraciones le rindieron tributo.

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