Almería

Almería pone orden a los músicos callejeros y mimos con sitios y horarios fijos

Una banda de música tocando en la calle.

Una banda de música tocando en la calle. / Javier Alonso

No solo hará falta una buena voz o saber tocar un instrumento, además de valentía, para ofrecer, ‘a puerta fría’, una actuación en la calle y apelar a la generosidad de los viandantes. Los músicos callejeros y otros artistas urbanos, como mimos, estatuas humanas o marionetistas, tendrán que disponer de una autorización previa del Ayuntamiento de Almería, pasar por una comisión técnica, y aceptar los puntos en los que poder actuar y atenerse a unos horarios prefijados, entre otros requisitos que figuran en las nuevas “bases de artistas urbanos”.

Madrid, Granada, Cádiz o Zaragoza. Son algunas de las ciudades en las que los respectivos ayuntamientos tienen reguladas mediante ordenanzas la presencia de los artistas urbanos. Almería acaba de aprobar en una reciente Junta de Gobierno Local sus propias reglas volcadas en las menciones bases, que en el día de ayer quedaban expuestas en el Tablón de Anuncios del portal web del Consistorio almeriense, donde está prevista la comparecencia ante los medios de comunicación del concejal de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores, Diego Cruz, para a dar conocer el contenido de la medida.

En las bases ya explica el Ayuntamiento que el objetivo de estas autorizaciones municipales para la ocupación de la vía pública tiene la finalidad de “promocionar la cultura”, por lo que establece una serie de normas relativas a “la localización, horarios, intensidad y persistencia, y demás cuestiones inherentes a las actividades objeto de autorización”, en la que se descarta el uso de amplificadores, se prohíbe el empleo de animales y las expresiones violentas.

Así entran en la consideración de “artistas urbanos” las “personas que realicen sus actuaciones artísticas, con uno o varios intérpretes –hasta un máximo de cinco– y con o sin instrumentos de acompañamiento, siempre que se realicen sin elementos de amplificación o reproducción sonora y se ofrezcan espontánea y gratuitamente, apelando, en su caso, a la generosidad del ocasional público viandante”. 

Es más, los artistas urbanos tendrán que presentar una memoria descriptiva de la actividad que pretenden desarrollar junto a la solicitud de autorización, la cual será evaluada por una comisión integrada por técnicos municipales y presidida por el concejal de Cultura u otro responsable sobre el que Cruz delegue esta competencia. Finalizado el proceso, el Ayuntamiento publicará un listado provisional y los admitidos tendrán, además, que pagar la tasa por ocupación pública fijada en la ordenanza para barracas, casetas, espectáculos y otras actividades.

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