Como si del cuento de Los tres cerditos se tratara, el Ayuntamiento de Almería se ha visto obligado en un año a cambiar las puertas de las antiguas cuevas del Mesón Gitano ante las intrusiones registradas, en algunos casos para hacer botellón, y los daños que están provocando los actos vandálicos.

Las obras de recuperación de las cuevas instalaron puertas de madera. En octubre del pasado año, la Asociación Amigos de la Alcazaba daba la alerta sobre el destrozo de las mismas y solo un mes más tarde se producía un incendio en el interior de una de las cuevas, avivado por el cúmulo de enseres, entre otras causas. De la madera, se ha pasado al ladrillo, pero tampoco tuvo la consistencia suficiente como para blindar el antiguo Mesón Gitano de las intromisiones. Los accesos igualmente han sido destrozados, por lo que la última solución dada a través de la Concejalía de Fomento ha sido tapiar las entradas con hormigón al objeto de evitar que las cuevas sean utilizadas para "botellones y como urinarios públicos", explican desde el Ayuntamiento.

Las puertas no han sido los únicos elementos que en estos últimos meses han sufrido los efectos del vandalismo. Una bancada, de piedra, ha sido parcialmente destruida, debiendo de emplearse para ello una herramienta contundente dada la dureza de los materiales empleados para su construcción.

La Concejalía está a la espera de recibir una pieza de iguales características al objeto de proceder de forma inmediata a su reparación y, mientras, ha dado orden de retirar los cascotes.

Los actos vandálicos en el entorno del Mesón Gitano están suponiendo una preocupación para el equipo de gobierno hasta el punto que el Ayuntamiento ha dado parte a la Junta de Andalucía. Ha sido en el seno del Foro de la Alcazaba, en su última sesión celebrada el pasado mes de marzo. Los destrozos en este área del casco antiguo -el entorno del conjunto monumental bajo la responsabilidad del Gobierno andaluz también ha sido víctima de las fechorías incívicas-, formó parte de la relación de asuntos abordados en dicha reunión al objeto de plantear medidas que, de alguna manera, puedan evitar los daños patrimoniales mientras prosiguen las obras.

Entiende la Administración municipal que la solución definitiva la traerá consigo la conclusión de las actuaciones que permitirán la apertura al público del nuevo edificio levantado a través del Plan Urban y la entrada de actividad en las propias cuevas, una vez recuperadas y transformadas en pequeños comercios y negocios vinculados a la hostelería.

Todavía con trabajos por delante en el propio Mesón Gitano de nueva construcción (la puesta en valor de los restos del poblado andalusí y la adaptación del interior a los futuros usos), además de la próxima mejora a emprender en el entorno del mismo, atendiendo a los requerimientos de Cultura, y la futura salida a licitación de las cuevas mediante concesiones administrativas, el Ayuntamiento anunciaba ayer, a través de las redes sociales, la próxima reparación del graderío del Mesón Gitano, así como de la escalinata de la Iglesia de San Roque, en Pescadería, donde una de las bolas de remate de la misma ha sido decapitada.

Al parecer, es otro punto de celebración de botellones para el cual vecinos de Pescadería le requieren al Ayuntamiento, además de la reparación de la escalinata, labores de limpieza y la eliminación de graffitis "obscenos" al tratarse, además, del acceso a un templo.