Almería

Militares de EEUU con cáncer tras ir a Palomares demandan a su Gobierno

  • Presentan una demanda colectiva para que se les indemnice por los problemas de salud tras limpiar la zona

  • El partido demócrata ha instado a Trump a examinar la acusación

Un informe realizado por el New York Times concluyó que, de los 41 hombres que identificó durante el desarrollo de su investigación, 21 tenían cáncer y nueve ya habían muerto a causa de ello. Todos ellos estuvieron presentes en los trabajos de limpieza -de material radiactivo- desarrollados en el núcleo de Palomares (Cuevas del Almanzora) tras accidente nuclear entre un bombardero estratégico estadounidense B-52 y un avión nodriza KC-135 en enero de 1966 mientras realizaban ensayos por el Mediterráneo. En aquella época, el ejército norteamericano tenía vía libre para realizar todo tipo de ejercicios sobre la cabeza de los españoles.

Tras el desastre de Palomares, pudiendo estar relacionado o no, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una serie de leyes para beneficiar a los veteranos que fueron expuestos en determinadas situaciones o conflictos, como la Guerra de Vietnam o las pruebas atómicas en Nevada, pero no existe tal ley para los hombres que limpiaron Palomares.

Los veteranos norteamericanos sostienen que pasaron meses trabajando entre polvo tóxico con apenas una vestimenta de algodón.

A inicios de este mismo año, los militares veteranos trataron de obtener cobertura de atención médica completa y la compensación por discapacidad del Departamento de Asuntos de Veteranos. Pero el departamento se basa en los registros de la fuerza aérea, y dado que los registros de la Fuerza Aérea dicen que nadie fue afectado en Palomares, el organismo rechaza las afirmaciones.

Sin embargo, la causa ha resurgido con fuerza, ahora con más apoyo. Con el respaldo de la Facultad de Derecho de Yale en Connecticut (EEUU) y de militares retirados, el oficial e la Fuerza Aérea Víctor B. Skaar ha solicitado al tribunal federal de apelaciones la presentación de una demanda colectiva contra el Departamento de Asuntos de Veteranos de Estados Unidos.

Durante años, la Fuerza Aérea negó la existencia de ninguna muestra biológica. Cuando finalmente admitieron su existencia, era obvio que las muestras mostraban que habíamos estado expuestos a niveles peligrosos de plutonio", explica Skaar, que tenía 29 años cuando participó en la operación. "Más de 50 años después, el Departamento de Asuntos de los Veteranos sigue negando que la exposición a la radiación en Palomares hubiese afectado a nuestra salud", ha añadido.

La documentación presentada ante el juzgado recoge que los militares han sufrido en las décadas siguientes al siniestro enfermedades relacionadas con la radiación, "entre ellas cáncer y desórdenes sanguíneos".

La propuesta cuenta con el apoyo del senador demócrata Richard Blumenthal, que ha instado al Gobierno de Donald Trump a examinar estas reclamaciones, en la medida en que los demandantes "estuvieron expuestos a una radicación peligrosa mientras servían fielmente a la nación en la limpieza de un accidente con bombas de hidrógeno.

Si los militares presentes en Palomares pudieran demostrar que fueron perjudicados por la radiación, el gobierno de los Estados Unidos sufragaría todos los costes de su cuidado y recibirían una pensión por invalidez, sin embargo, parece complicado que los soldados lleguen a demostrarlo.

"No se habló sobre la radiación o el plutonio o cualquier otra cosa", explicaba en el New Tork Times Frank B. Thompson, un trombonista de 22 años, que pasó días buscando campos contaminados sin equipo de protección o incluso sin ningún cambio de ropa. "Nos dijeron que era seguro, y que eran lo suficientemente tonto, supongo, creer en ellos".

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